TRAMA ARGENTINA MEDIÁTICO-JUDICIAL

CAUSA DE "LOS CUADERNOS DE LAS COIMAS"
SALPICA A VARIOS PERIODISTAS

En 1980, Óscar Centeno, entonces sargento del Batallón de Arsenales 601 "Sargento Mayor Esteban de Luca", realizó un curso de mantenimiento de camiones Mercedes Benz bajo las órdenes del teniente coronel Atilio Stornelli. Tras un incidente con un superior se hizo pasar por loco y lo declararon inimputable. Durante años trabajó como taxista en cuya profesión conoció a Roberto Baratta, más tarde nombrado adjunto del ministro de Planificación Federal en los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández. Durante diez años desde 2005 anotó rutinariamente fechas, horarios, nombres, direcciones, matrículas de vehículos. Ocho cuadernos a modo de diario más tarde conocidos por la prensa macrista como "los cuadernos de las coimas". ¿Por qué Óscar Centeno escribió los cuadernos? Según Hilda Horovitz, con quien convivió varios años, lo hizo como una "póliza de seguro" por si Roberto Baratta lo dejaba botado más adelante. Después de su ruptura sentimental con el antiguo sargento de artillería, la mujer se presentó ante el juez Claudio Bonadío, enemigo declarado de Cristina Fernández, y confesó los presuntos tejemanejes de Óscar Centeno llevando y trayendo bolsos cargados de dinero procedente de los sobornos de Roberto Baratta a diversos empresarios.

Enterado Óscar Centeno de la delación de su ex amante confió los cuadernos a su amigo y ex sargento de la Policía Federal Jorge Bacigalupo, que más tarde se puso en contacto con el periodista del diario macrista "La Nación" Diego Cabot para entregarle los cuadernos bajo promesa de su devolución. El periodista lo hizo tras entrevistarse con el fiscal Carlos Stornelli (hijo del teniente coronel Atilio Stornelli instructor de Óscar Centeno en el Batallón de Arsenales de Boulogne Sur Mer). Entre el fiscal Stornelli y el periodista Cabot urdieron la causa de "los cuadernos de las coimas" y Óscar Centeno fue citado a Comodoro Py (sede de los tribunales de justicia cuyo nombre hace alusión al comodoro de origen catalán Lluís Pi i Palà convertido en un héroe nacional en Argentina). Tras diversas y contradictorias audiencias judiciales Óscar Centeno terminó confesando que había quemado los "cuadernos". Sin la prueba reina ni la posibilidad de cotejar la tinta de los cuadernos para comprobar la fecha de su redacción, el fiscal Stornelli y el juez Bonadío siguieron adelante y empezaron a citar a los funcionarios y empresarios mencionados por Óscar Centeno en sus cuadernos. Todos fueron procesados tras confesar su responsabilidad bajo la protección de la figura del testigo protegido. Unos quedaron en libertad bajo fianza y otros quedaron presos. La minoritaria prensa independiente relacionó la causa con una operación de las clocas del Estado. ¿Óscar Centeno trabajaba como infiltrado de la extinta Secretaría de Inteligencia del Estado contra Cristiana Fernández? Todo iba viento en popa hasta la denuncia de un empesario presuntamente extorsionado por un allegado a Carlos Stornelli. El escándalo es mayúsculo por la mención en diferentes audios de varios periodistas de cámara de Macri como Eduardo Fienmann, Luis Majul y Daniel Santoro. La causa de los "cuadernos de las coimas" ha quedado viciada de origen por la denuncia contra una presunta mafia organizada en Comodoro Py para no sólo extorsionar a funcionarios y empresarios sino para destruir a Cristina Fernández.