Gordon Thomas tiene una mirada sabia y serena, como de
alguien que ha visto demasiado, conoce más de un secreto
terrible y, sin embargo, viene de vuelta de todo. Más bien de
baja estatura, barba blanca de Santa Claus y paciencia como de
Job, es uno de los analistas sobre temas de espionaje y
funcionamiento de los servicios secretos más reconocidos que
hay en el mundo.
Ha publicado cuarenta libros, traducidos a muchos idiomas.
De ellos hay que destacar tres de mucho impacto, publicados
por Ediciones B: Mossad. La historia secreta (sobre el temible
servicio israelí), Las torturas mentales de la CIA (donde
realizó una dura crítica al uso de la psiquiatría en el
espionaje), y el reciente, Semillas de odio, alertando sobre
la amenaza que representa China en el nuevo orden mundial.
Thomas afirma que “de la vida real no he leído de nadie, ni
me han contado algo que yo no supiera ya”. Cuando fue invitado
a hablar ante los servicios de inteligencia de Washington, los
funcionarios quedaron atónitos pues, en su presentación, lo
que hizo en realidad fue un ataque contra dichos servicios.
Les dijo que llegó el momento de que alguien les contara sus
fallas.
Gordon Thomas estuvo en Colombia, invitado por el
Departamento Administrativo de Seguridad, DAS, para participar
en el IV Seminario Iberoamericano de Inteligencia, en
Cartagena, del 27 al 30. “Les dije que vendría a dialogar,
pero que no me iban a imponer lo que tengo que decir. Sin
condiciones, quería hablar sobre la relación de otros
organismos exteriores con la inteligencia colombiana. Lo que
se ha informado hasta este momento es muy incorrecto. Yo jamás
dije que Al Quaeda estuvo en Medellín; lo que sí dije es que
en esa ciudad hubo una reunión de grupos terroristas para
discutir una coordinación, y esto no sucedió hace una semana
sino hace tres semanas. Y la información provino de fuentes de
inteligencia fiables. Pero decir que Al Quaeda estuvo presente
es falso. He visto que han escrito muchas cosas sobre mí, que
se supone que dije, que no son ciertas. He estado escribiendo
sobre inteligencia alrededor de 45 años y la única forma en
que se puede hacer esto es siendo responsable, ser acertado,
correcto y escuchar, y muchos periodistas no escuchan, en
particular los periodistas de la televisión. Ellos simplemente
tienen una idea en sus cabezas y eso es suficiente para ellos.
Ya armaron una historia antes de llegar al lugar. Solamente
quieren confirmar que yo existo y luego decir cualquier cosa
que les pase por la cabeza, eso realmente está muy mal”.
¿Cuándo comienza su interés por temas de terrorismo e
inteligencia?
Comenzó cuando era muy joven. Mi suegro, que ya falleció,
era un funcionario de inteligencia del MI6. Esto fue mi carta
de presentación al mundo de los secretos, luego me vinculé a
un periódico en Inglaterra y me convertí eventualmente en su
corresponsal de inteligencia, y durante el transcurso de los
años comencé a construir una red de personas, con la
inteligencia británica, luego me expandí un poco; conocí la
inteligencia americana, la francesa, la escandinava y,
finalmente, los más interesantes de todos, el Mossad, que es
la inteligencia israelí. Durante muchos años de escribir miles
de artículos, muchos libros, nunca he recibido una llamada de
un funcionario de inteligencia que me dijera que había
entendido mal. Y por eso estoy tan preocupado por lo que
sucedió en Cartagena. En primer lugar es totalmente falso y me
ha causado sentimientos de vergüenza. Usted sabe que fue el
DAS el que me invitó a mí a venir, ellos querían que viniera a
hablar con ellos sobre la inteligencia extranjera, sobre la
relación desde afuera con la inteligencia colombiana, querían
escuchar algunas sugerencias que les hice, y saber lo que les
podía decir sobre el Medio Oriente, no tienen ninguna
presencia directa allí, querían saber si les podía dar alguna
información sobre Venezuela, los lazos cómo los veo y les
dije, por ejemplo, que Corea del Norte está suministrando
armas a Venezuela, les dije que los servicios de inteligencia
internacionales creen seriamente que Al Quaeda tiene una
presencia en una variedad de países latinoamericanos y tal vez
lo más importante para Colombia es lo siguiente: Servicios de
inteligencia internacionales me han comentado que hace ya dos
años Al Quaeda ha estado mirando hacia América latina como un
sitio para expandirse, ahora esta evidencia me llegó en mayo
de una forma bastante particular, en Riad, Arabia Saudita, el
MI6 y la CIA prepararon una operación conjunta y capturaron al
jefe de más alta jerarquía de Al Quiada, muy cercano a Bin
Laden, luego, con la ayuda de la inteligencia saudí allanaron
su casa y encontraron una gigantesca cantidad de documentos
que requirieron semanas de traducción, y lo que encontraron
fueron documentos relacionados con las FARC y Al Quaeda. Esto
fue muy interesante para mí, llegamos a un problema que yo
discutí ayer.
¿Qué opinión le merece el DAS?
Pienso que el DAS es un buen servicio de inteligencia pero
necesita tener contactos del mundo exterior. Cuando le comenté
esto a los principales jefes de los servicios de inteligencia
MI6, MI5, la CIA, el FBI, ellos dicen: nosotros no podemos
hablar con todo el mundo. Entonces es difícil para el DAS,
aquí se ecuentran ellos, hay siete mil personas en el
servicio, tienen cincuenta años de fundado esta semana, están
tratando con fuerza de ubicarse en el mundo, necesitan dinero,
necesitan más agentes, más experiencia y respaldo del
exterior. Permítame darle un ejemplo. Las FARC tienen una base
en Venezuela, que está aproximadamente a 80 kilómetros de la
frontera con Colombia, El DAS cree que la mayoría de los
líderes de las FARC se ecuentran en este momento en Venezuela.
Entonces en la lucha contra las drogas, la CIA dice: “nosotros
les damos millones de dólares, se los entregaron también, como
parte de este dinero, 140 helicópteros Black Hawk, ¿y sabe
cuántos pueden volar?: 80, no tienen repuestos, cuando piden
que, por favor les envíen repuestos dicen, nosotros
necesitamos todo eso para encontrar a Sadam Hussein. Los
helicópteros carecen de un equipo que ayudaría mucho al DAS,
se trata de un dispositivo electrónico, llamado, y esto es un
término técnico, “por encima del horizonte”. Permite ver más o
menos a cien kilómetros de distancia el otro lugar y esto les
daría buenos equipos para parar las redadas. Pero cuando yo
hablé con Washington sobre esto ellos me dijeron: Es un
problema de Colombia, no es un problema nuestro. Y una y otra
vez se escucha. Yo he dado una conferencia en Washington y lo
he dicho en otras partes. Pero nuevamente cuando se presenta
el tema de Colombia, la respuesta es que ellos son los que
deben arreglar sus problemas.
¿Y de quién es el problema?
Bueno, el problema es de todos. Por ejemplo en Londres me
dijeron: “Ahora sabemos que las drogas de Colombia están
saliendo por Venezuela”. Muy curiosamente, en la conferencia,
había un lugar para el Jefe de Inteligencia de Venezuela, y no
se presentó.
¿Cuál es su posición frente al tema de la
legalización de las drogas?
No, no apruebo eso. Si se llega a legalizar la coca, se
quieren pasar a la heroína, y sé también, hay un argumento muy
persuasivo , tal vez se podría legalizar la marihuana, pero el
problema es que usted quiere más, quiere tomar sustancias más
poderosas, el cuerpo lo pide, yo he hablado con personas sobre
este tema, y el punto es que no me preocupa la parte de las
drogas, sino el dinero proveniente de ellas que se está
utilizando, millones de millones de dólares para financiar el
terrorismo, no hay ninguna duda. Hay una relación directa
entre las drogas y la financiación del terrorismo. Igualmente
los israelies, Mossad, de hecho otros servicios de
inteligencia me dicen, y pienso que es cierto, las FARC y su
relación con Al Quaeda es evidentemente buscar nuevos mercados
para las drogas y los campos de estas. Ese es el punto y hay
que identificar esto muy claramente.
Más allá del trabajo de los trabajos de los servicios
de inteligencia usted alerta de los peligros que se presentan
cuando se sobrepasan en su labor, ¿hasta qué punto se ha
perdido el equilibrio entre el trabajo patriótico de un
servicio de inteligencia y los excesos que tienen con la
sociedad?
Es una muy buena pregunta y la tengo que pensar un poquito.
En primer lugar los servicios de inteligencia no sirven al
gobierno del día, sirven al estado. Y ahí hay una diferencia.
Pero vivimos en épocas distintas y los servicios de
inteligencia no siempre se adaptan. Por ejemplo, la razón por
la cual estamos perdiendo lq guerra contra el terrorismo es
porque no tenemos suficientes personas, que estén capacitadas
en las mentes de los terroristas. Déjeme darle un ejemplo muy
rápidamente: Todavía están haciendo publicidad en los
periódicos en Londres y Washington para traductores e
intérpretes. Hay 18 idiomas en Afganistán, Pakistán y esta
región. Muy pocas personas los hablan, fuera de estos sitios.
Si usted no habla el idioma no tiene ninguna posibilidad.
Ahora, en la conferencia les dije a todos los delegados de
toda Suramérica quién de ustedes habla árabe, no, nadie. Eso
no es extraño, las únicas personas que hablan los idiomas con
fluidez son los del Mosad. Ellos tienen agentes que pueden
hablar como árabes, vestirse como ellos, como afganos,
pakistanos y eso es importante. Incluso si se habla el idioma
no es suficiente. Hay que pensar cómo ellos piensan, si no
piensa de esta forma no conocerá su mentalidad.
¿Podría definir qué características se necesitan para
ser un buen agente secreto?
En primer lugar, debe ser absolutamente curioso. En segundo
término debe poder interpretar los hechos y no agregar nada.
Un buen funcionario de inteligencia toma el hecho número uno y
ve cómo lo pudiera encajar con el dos. Es como armar un
rompecabezas, y eso puede requerir tiempo. La otra cosa es que
los grandes personajes de inteligencia que he conocido,
incluso mi suegro, dicen: "Hay que escuchar los murmullos del
viento". Eso es importante porque también debe poder leer a
las personas. Mirar un rostro y saber a qué tipo de persona se
está enfrentando. También se aprende desde el comienzo que las
amenazas o cualquier forma de violencia son totalmente
inútiles. Todo es como un juego de ajedrez, y es sorprendente
cuántos funcionarios de inteligencia juegan ajedrez. Son
muchísimos porque les gusta la estructura mental. La
inteligencia es un juego mental y para jugar este juego hay
que ser excepcionalmente inteligente. Eso es difícil porque
muchos funcionarios de inteligencia se deprimen, yo he visto
eso, es bastante sorprendente, se vuelven introvertidos,
solitarios.
¿Se vuelve una máquina deshumanizada que no ama, no
siente y que en el fondo se tiene siempre que ver obligado a
traicionar lo que más quiere?
Sí, muy bien, sí, cierto, muchos miembros de inteligencia
traicionan y esta es la parte difícil cuando tienen una
familia. Mi propio suegro traicionó a su familia
emocionalmente porque se preocupó tanto de hacer lo que estaba
haciendo que no tenía tiempo para las relaciones humanas. Yo
lo conocí durante nueve años y durante ese tiempo noté el
cambio, vi lo mismo con mi otro amigo Bill Buckley, y vi cómo
él se volvió bastante obsesivo, por ejemplo, hacía cosas un
poco extrañas, cogía y limpiaba la parte interna de la llanta
contra el guardabarros con un cepillo de dientes. Cuando lo
conocí al principio, distribuía todo en forma perfecta, todo
tenía que estar perfectamente organizado. Cuando entraba a la
habitación miraba todo y si la empleada había puesto algo en
el lugar equivocado, inmediatamente lo organizaba pues eso le
molestaba. Los funcionarios de inteligencia no son como las
personas normales. Son diferentes. Son personas que han tomado
una decisión, de vivir esta vida; es una vida de engaño, muy
pocos quieren hablar de colegas.
¿Cuándo era estudiante se sintió cercano al mundo del
espionaje en el arte, por ejemplo en películas de Hitchcock,
El tercer hombre, las novelas de Eric Ambler?
Sí, sí. Siempre me sentí atraído hacia este mundo secreto.
Yo no sé si hubiera sido un buen funcionario de inteligencia,
no tengo idea, pero sí sé que he aprendido mucho sobre ellos,
y hay mucho sobre ellos que admiro.En cierta forma ser un
funcionario de inteligencia es como ser un sacerdote. Usted
entrega tantas cosas naturales, pero también ingresa a otro
mundo, de una forma curiosa. Tal vez me siento muy
privilegiado porque ellos me han invitado a su mundo, me han
permitido ingresar. La invitación a la conferencia del DAS,
nadie más estaba invitado, ningún otro autor y ellos querían
que viniera porque conocían mi trabajo. Cuando voy a
Washington voy al FBI, a la CIA, cuando voy a Israel me reúno
con esas personas y ellos saben, pero si usted los traiciona
una vez, la información vuela por todo el mundo, por eso
siempre hay que ser muy cuidadoso. Cuando hice la película
sobre el Mosad, la única que se ha hecho sobre ellos, se
demoró dos años y medio. Yo dije, bueno, si vamos a hacer esta
película lo tienen que hacer de frente a la cámara y ustedes
no tienen control No les digo cuáles serán las preguntas y la
cámara empezará a rodar antes de que yo haga la pregunta.
Ellos dijeron: bueno, listo, confiamos en usted. Aprendí mucho
porque el mundo del Mossad es muy diferente del mundo del DAS,
por ejemplo, tienen los mismos principios de encontrar
información pero su forma de operar es muy diferente. El
Mossad es la única que tiene una unidad especial para matar
personas.
¿Cuál es su táctica para extraerles todos esos
secretos?
Me gustan las personas. Siempre busco lo mejor de las
personas, cuando hago una entrevista, nunca amenazo a las
personas con preguntas. Lo máximo que he aprendido es a
escuchar, pienso sobre lo que me han dicho y no tengo ningún
problema con el tiempo. Mientras todos están mirando el
tiempo, yo digo, bueno pasemos una semana juntos, yo voy a su
casa, usted viene a la mía, yo conozco a su familia si le
parece bien y simplemente hablamos. Algunas veces la mejor
información puede llegar simplemente caminando por una calle,
oyendo al viento, y yo fui bendecido con una memoria
prodigiosa. Nunca grabo a nadie porque no les gustan las
grabadoras, tampoco apuntes, me voy y lo escibo o se lo dicto
a alguien. Trato de construir un puente donde no se interpone
nada entre la persona y yo.Trato de que no haya ninguna
barrera.
¿Cuál es su versión ahora mismo de la muerte de Diana
de Gales y de Dodi Al Fayed?
Hay nueva información. El mayordomo de Lady Di publicó un
libro sobre ella, pero la semana pasada conocí algo que
compartiré con usted, y es que antes de su muerte ella hizo
una serie de cintas en video, hablándole a la cámara durante
los últimos diez días los servicios de inteligencia británicos
han estado tratando de encontrar estas cintas. Sabemos por el
libro del mayordomo que ella dijo que había personas planeando
matarla. La famosa carta que escribió y que fue publicada la
semana pasada. Pero el temor es que en estas cintas estén los
nombres de las personas de inteligencia que ella pensaba que
estaban tratando de matarla. La pregunta es por qué querrían
matarla? No es porque se quería casar con Dodi Al Fayed,
pienso que la razón era que ella estaba desarrollando una
campaña contra las minas antipersonales, y eso iba a hacer que
muchos quedaran sin trabajo. También se estaba convirtiendo en
lo que su hermano dijo la semana pasada, dijo que estaba
afectada mentalmente, algo bastante difícil, pero estas cosas
han adquirido una gran importancia sobre lo que está
sucediendo. El Mossad estuvo involucrado porque ellos querían
reclutar a Henri Paul, el conductor para que fuera un
informante en el hotel del Ritz.
Usted ha hablado de una amenaza China.
Yo he dicho que China sería una amenaza mayor para América
Latina. En la conferencia el delegado de México describió una
reunión que ellos descubrieron entre la inteligencia china y
Al Quaida. No hay ninguna duda de la influencia china en los
países latinoamericanos. ¿Sabe usted que los químicos de la
Tríada están trabajando con las FARC para producir una mejor
clase de droga? Hay muchas cosas que es importante contarle al
mundo. Es algo extraño para mi edad, ya tengo setenta años y
continúo con reservas de trabajo hasta los próximos dos
años.
Usted decía que nunca un agente de inteligencia le
había corregido algo de lo que publicó. Por el explosivo
calibre de mucho de lo que ha contado, ¿ha sentido alguna vez
miedo de posibles represalias por hacer ciertas
revelaciones?
Obviamente hay que tener cuidado. Se me ha informado que a
Al Quaeda le gustaría mucho que yo estuviera muerto. Que el
Hezbollá, las FARC y otras personas, también, pero yo no los
tomo mucho en cuenta. parto de la base de que una vez está
publicado, ¿qué van a hacer, matarme? Porque tal vez no saben
qué más pueda yo tener almacenado en otros sitios que luego se
publicarían. Yo siempre tengo información para si algo me
llegara a pasar.
Cuando no está sumergido en sus investigaciones,
viajando, reuniendo datos, ¿cómo es su vida doméstica, su
familia?
Me encanta hablar sobre esto. Mi hijo mayor es un manager
de uno de los grupos de pop más importantes del mundo. Por
ejemplo tiene a uno que se llama Chemical Brothers, muy
famosos. Mi segundo hijo es un director de cine muy bueno. Y
mi hija mayor es la propietaria de un negocio muy exitoso. La
menor tiene su propia compañía en Londres de publicidad. Le
hace publicidad a las películas de Bond. Y mi esposa es una
famosa diseñadora de interiores. Como ve todos trabajan, como
yo, y nos entendemos muy bien. Tenemos una vida familiar muy
sencilla. Mi hijo cuando era pequeño le preguntaron y qué es
tu papá, y él contestó mecanógrafo. No ven la publicidad, ni
mis libros en la prensa, ni las ventas.
¿Es un mundo doméstico alejado del peligroso y
excitante mundo de espionaje, a la alta tensión de sus
héroes?
Sí, definitivamente. El papá de mi esposa fue espía, y ella
me decía que no quería que jamás aceptara un cargo como espía.
Que escribiera sobre eso. A mí me han propuesto varias cosas
si quiero trabajar como espía y he dicho que no, no he sentido
la tentación, orque he querido conservar mi independencia. Y
cuando los servicios de inteligencia me invitan a hablar, como
en Washington, mi presentación fue un ataque contra los
servicios de inteligencia americanos, y ellos me miraron
aterrados. Les dije que había llegado el momento de que
alguien les contara sus fallas, sus problemas. Llegó el
momento de hablar de sus errores. Igual con el DAS, les dije
vengo y hablo con América Latina pero no me van a imponer lo
que tengo que decir. Sin condiciones. Nunca jamás he aceptado
ni una amenaza, ni una amenaza ni una oferta. Durante el
transcurso de los años ellos han aprendido a respetar este
trabajo. Hay que ser muy fuerte con las personas y no toman
las cosas como si fuera para molestar.
¿Cuáles han sido, tanto de la vida real como de la
ficción, los agentes secretos que más admira?
Los de John Le Carré, Frederick Forsythe. De la vida real
no he he leído de nadie ni me han contado algo que yo no
supiera ya. Sé hasta dónde están contando.
La pérdida de privacidad que sufrimos los ciudadanos
en el mundo moderno, y la intervención de los servicios de
inteligencia en nuestras vidas cotidianas (Big Brotger reading
you)
Sí, es una preocupación muy grande. Pienso que hemos
perdido más privacidad desde el 11 de septiembre que nunca
antes. La entrada a los países se ha restringido más, hay más
supervisión, pienso que es algo complejo. En la nueva edición
de mi libro podrá leer sobre las amenazas de la vigilancia.
¿Sabe en Londres cuántas veces lo fotografian por día? 156
veces por día, fuera de los almacenes, dentro de ellos, en las
calles, y en Washington es aún peor.
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