Bogotá - Colombia
 

“Los espías son como los sacerdotes”

David Sosa Delgado

Gordon Thomas tiene una mirada sabia y serena, como de alguien que ha visto demasiado, conoce más de un secreto terrible y, sin embargo, viene de vuelta de todo. Más bien de baja estatura, barba blanca de Santa Claus y paciencia como de Job, es uno de los analistas sobre temas de espionaje y funcionamiento de los servicios secretos más reconocidos que hay en el mundo.

Ha publicado cuarenta libros, traducidos a muchos idiomas. De ellos hay que destacar tres de mucho impacto, publicados por Ediciones B: Mossad. La historia secreta (sobre el temible servicio israelí), Las torturas mentales de la CIA (donde realizó una dura crítica al uso de la psiquiatría en el espionaje), y el reciente, Semillas de odio, alertando sobre la amenaza que representa China en el nuevo orden mundial.

Thomas afirma que “de la vida real no he leído de nadie, ni me han contado algo que yo no supiera ya”. Cuando fue invitado a hablar ante los servicios de inteligencia de Washington, los funcionarios quedaron atónitos pues, en su presentación, lo que hizo en realidad fue un ataque contra dichos servicios. Les dijo que llegó el momento de que alguien les contara sus fallas.

Gordon Thomas estuvo en Colombia, invitado por el Departamento Administrativo de Seguridad, DAS, para participar en el IV Seminario Iberoamericano de Inteligencia, en Cartagena, del 27 al 30. “Les dije que vendría a dialogar, pero que no me iban a imponer lo que tengo que decir. Sin condiciones, quería hablar sobre la relación de otros organismos exteriores con la inteligencia colombiana. Lo que se ha informado hasta este momento es muy incorrecto. Yo jamás dije que Al Quaeda estuvo en Medellín; lo que sí dije es que en esa ciudad hubo una reunión de grupos terroristas para discutir una coordinación, y esto no sucedió hace una semana sino hace tres semanas. Y la información provino de fuentes de inteligencia fiables. Pero decir que Al Quaeda estuvo presente es falso. He visto que han escrito muchas cosas sobre mí, que se supone que dije, que no son ciertas. He estado escribiendo sobre inteligencia alrededor de 45 años y la única forma en que se puede hacer esto es siendo responsable, ser acertado, correcto y escuchar, y muchos periodistas no escuchan, en particular los periodistas de la televisión. Ellos simplemente tienen una idea en sus cabezas y eso es suficiente para ellos. Ya armaron una historia antes de llegar al lugar. Solamente quieren confirmar que yo existo y luego decir cualquier cosa que les pase por la cabeza, eso realmente está muy mal”.

¿Cuándo comienza su interés por temas de terrorismo e inteligencia?

Comenzó cuando era muy joven. Mi suegro, que ya falleció, era un funcionario de inteligencia del MI6. Esto fue mi carta de presentación al mundo de los secretos, luego me vinculé a un periódico en Inglaterra y me convertí eventualmente en su corresponsal de inteligencia, y durante el transcurso de los años comencé a construir una red de personas, con la inteligencia británica, luego me expandí un poco; conocí la inteligencia americana, la francesa, la escandinava y, finalmente, los más interesantes de todos, el Mossad, que es la inteligencia israelí. Durante muchos años de escribir miles de artículos, muchos libros, nunca he recibido una llamada de un funcionario de inteligencia que me dijera que había entendido mal. Y por eso estoy tan preocupado por lo que sucedió en Cartagena. En primer lugar es totalmente falso y me ha causado sentimientos de vergüenza. Usted sabe que fue el DAS el que me invitó a mí a venir, ellos querían que viniera a hablar con ellos sobre la inteligencia extranjera, sobre la relación desde afuera con la inteligencia colombiana, querían escuchar algunas sugerencias que les hice, y saber lo que les podía decir sobre el Medio Oriente, no tienen ninguna presencia directa allí, querían saber si les podía dar alguna información sobre Venezuela, los lazos cómo los veo y les dije, por ejemplo, que Corea del Norte está suministrando armas a Venezuela, les dije que los servicios de inteligencia internacionales creen seriamente que Al Quaeda tiene una presencia en una variedad de países latinoamericanos y tal vez lo más importante para Colombia es lo siguiente: Servicios de inteligencia internacionales me han comentado que hace ya dos años Al Quaeda ha estado mirando hacia América latina como un sitio para expandirse, ahora esta evidencia me llegó en mayo de una forma bastante particular, en Riad, Arabia Saudita, el MI6 y la CIA prepararon una operación conjunta y capturaron al jefe de más alta jerarquía de Al Quiada, muy cercano a Bin Laden, luego, con la ayuda de la inteligencia saudí allanaron su casa y encontraron una gigantesca cantidad de documentos que requirieron semanas de traducción, y lo que encontraron fueron documentos relacionados con las FARC y Al Quaeda. Esto fue muy interesante para mí, llegamos a un problema que yo discutí ayer.

¿Qué opinión le merece el DAS?

Pienso que el DAS es un buen servicio de inteligencia pero necesita tener contactos del mundo exterior. Cuando le comenté esto a los principales jefes de los servicios de inteligencia MI6, MI5, la CIA, el FBI, ellos dicen: nosotros no podemos hablar con todo el mundo. Entonces es difícil para el DAS, aquí se ecuentran ellos, hay siete mil personas en el servicio, tienen cincuenta años de fundado esta semana, están tratando con fuerza de ubicarse en el mundo, necesitan dinero, necesitan más agentes, más experiencia y respaldo del exterior. Permítame darle un ejemplo. Las FARC tienen una base en Venezuela, que está aproximadamente a 80 kilómetros de la frontera con Colombia, El DAS cree que la mayoría de los líderes de las FARC se ecuentran en este momento en Venezuela. Entonces en la lucha contra las drogas, la CIA dice: “nosotros les damos millones de dólares, se los entregaron también, como parte de este dinero, 140 helicópteros Black Hawk, ¿y sabe cuántos pueden volar?: 80, no tienen repuestos, cuando piden que, por favor les envíen repuestos dicen, nosotros necesitamos todo eso para encontrar a Sadam Hussein. Los helicópteros carecen de un equipo que ayudaría mucho al DAS, se trata de un dispositivo electrónico, llamado, y esto es un término técnico, “por encima del horizonte”. Permite ver más o menos a cien kilómetros de distancia el otro lugar y esto les daría buenos equipos para parar las redadas. Pero cuando yo hablé con Washington sobre esto ellos me dijeron: Es un problema de Colombia, no es un problema nuestro. Y una y otra vez se escucha. Yo he dado una conferencia en Washington y lo he dicho en otras partes. Pero nuevamente cuando se presenta el tema de Colombia, la respuesta es que ellos son los que deben arreglar sus problemas.

¿Y de quién es el problema?

Bueno, el problema es de todos. Por ejemplo en Londres me dijeron: “Ahora sabemos que las drogas de Colombia están saliendo por Venezuela”. Muy curiosamente, en la conferencia, había un lugar para el Jefe de Inteligencia de Venezuela, y no se presentó.

¿Cuál es su posición frente al tema de la legalización de las drogas?

No, no apruebo eso. Si se llega a legalizar la coca, se quieren pasar a la heroína, y sé también, hay un argumento muy persuasivo , tal vez se podría legalizar la marihuana, pero el problema es que usted quiere más, quiere tomar sustancias más poderosas, el cuerpo lo pide, yo he hablado con personas sobre este tema, y el punto es que no me preocupa la parte de las drogas, sino el dinero proveniente de ellas que se está utilizando, millones de millones de dólares para financiar el terrorismo, no hay ninguna duda. Hay una relación directa entre las drogas y la financiación del terrorismo. Igualmente los israelies, Mossad, de hecho otros servicios de inteligencia me dicen, y pienso que es cierto, las FARC y su relación con Al Quaeda es evidentemente buscar nuevos mercados para las drogas y los campos de estas. Ese es el punto y hay que identificar esto muy claramente.

Más allá del trabajo de los trabajos de los servicios de inteligencia usted alerta de los peligros que se presentan cuando se sobrepasan en su labor, ¿hasta qué punto se ha perdido el equilibrio entre el trabajo patriótico de un servicio de inteligencia y los excesos que tienen con la sociedad?

Es una muy buena pregunta y la tengo que pensar un poquito. En primer lugar los servicios de inteligencia no sirven al gobierno del día, sirven al estado. Y ahí hay una diferencia. Pero vivimos en épocas distintas y los servicios de inteligencia no siempre se adaptan. Por ejemplo, la razón por la cual estamos perdiendo lq guerra contra el terrorismo es porque no tenemos suficientes personas, que estén capacitadas en las mentes de los terroristas. Déjeme darle un ejemplo muy rápidamente: Todavía están haciendo publicidad en los periódicos en Londres y Washington para traductores e intérpretes. Hay 18 idiomas en Afganistán, Pakistán y esta región. Muy pocas personas los hablan, fuera de estos sitios. Si usted no habla el idioma no tiene ninguna posibilidad. Ahora, en la conferencia les dije a todos los delegados de toda Suramérica quién de ustedes habla árabe, no, nadie. Eso no es extraño, las únicas personas que hablan los idiomas con fluidez son los del Mosad. Ellos tienen agentes que pueden hablar como árabes, vestirse como ellos, como afganos, pakistanos y eso es importante. Incluso si se habla el idioma no es suficiente. Hay que pensar cómo ellos piensan, si no piensa de esta forma no conocerá su mentalidad.

¿Podría definir qué características se necesitan para ser un buen agente secreto?

En primer lugar, debe ser absolutamente curioso. En segundo término debe poder interpretar los hechos y no agregar nada. Un buen funcionario de inteligencia toma el hecho número uno y ve cómo lo pudiera encajar con el dos. Es como armar un rompecabezas, y eso puede requerir tiempo. La otra cosa es que los grandes personajes de inteligencia que he conocido, incluso mi suegro, dicen: "Hay que escuchar los murmullos del viento". Eso es importante porque también debe poder leer a las personas. Mirar un rostro y saber a qué tipo de persona se está enfrentando. También se aprende desde el comienzo que las amenazas o cualquier forma de violencia son totalmente inútiles. Todo es como un juego de ajedrez, y es sorprendente cuántos funcionarios de inteligencia juegan ajedrez. Son muchísimos porque les gusta la estructura mental. La inteligencia es un juego mental y para jugar este juego hay que ser excepcionalmente inteligente. Eso es difícil porque muchos funcionarios de inteligencia se deprimen, yo he visto eso, es bastante sorprendente, se vuelven introvertidos, solitarios.

¿Se vuelve una máquina deshumanizada que no ama, no siente y que en el fondo se tiene siempre que ver obligado a traicionar lo que más quiere?

Sí, muy bien, sí, cierto, muchos miembros de inteligencia traicionan y esta es la parte difícil cuando tienen una familia. Mi propio suegro traicionó a su familia emocionalmente porque se preocupó tanto de hacer lo que estaba haciendo que no tenía tiempo para las relaciones humanas. Yo lo conocí durante nueve años y durante ese tiempo noté el cambio, vi lo mismo con mi otro amigo Bill Buckley, y vi cómo él se volvió bastante obsesivo, por ejemplo, hacía cosas un poco extrañas, cogía y limpiaba la parte interna de la llanta contra el guardabarros con un cepillo de dientes. Cuando lo conocí al principio, distribuía todo en forma perfecta, todo tenía que estar perfectamente organizado. Cuando entraba a la habitación miraba todo y si la empleada había puesto algo en el lugar equivocado, inmediatamente lo organizaba pues eso le molestaba. Los funcionarios de inteligencia no son como las personas normales. Son diferentes. Son personas que han tomado una decisión, de vivir esta vida; es una vida de engaño, muy pocos quieren hablar de colegas.

¿Cuándo era estudiante se sintió cercano al mundo del espionaje en el arte, por ejemplo en películas de Hitchcock, El tercer hombre, las novelas de Eric Ambler?

Sí, sí. Siempre me sentí atraído hacia este mundo secreto. Yo no sé si hubiera sido un buen funcionario de inteligencia, no tengo idea, pero sí sé que he aprendido mucho sobre ellos, y hay mucho sobre ellos que admiro.En cierta forma ser un funcionario de inteligencia es como ser un sacerdote. Usted entrega tantas cosas naturales, pero también ingresa a otro mundo, de una forma curiosa. Tal vez me siento muy privilegiado porque ellos me han invitado a su mundo, me han permitido ingresar. La invitación a la conferencia del DAS, nadie más estaba invitado, ningún otro autor y ellos querían que viniera porque conocían mi trabajo. Cuando voy a Washington voy al FBI, a la CIA, cuando voy a Israel me reúno con esas personas y ellos saben, pero si usted los traiciona una vez, la información vuela por todo el mundo, por eso siempre hay que ser muy cuidadoso. Cuando hice la película sobre el Mosad, la única que se ha hecho sobre ellos, se demoró dos años y medio. Yo dije, bueno, si vamos a hacer esta película lo tienen que hacer de frente a la cámara y ustedes no tienen control No les digo cuáles serán las preguntas y la cámara empezará a rodar antes de que yo haga la pregunta. Ellos dijeron: bueno, listo, confiamos en usted. Aprendí mucho porque el mundo del Mossad es muy diferente del mundo del DAS, por ejemplo, tienen los mismos principios de encontrar información pero su forma de operar es muy diferente. El Mossad es la única que tiene una unidad especial para matar personas.

¿Cuál es su táctica para extraerles todos esos secretos?

Me gustan las personas. Siempre busco lo mejor de las personas, cuando hago una entrevista, nunca amenazo a las personas con preguntas. Lo máximo que he aprendido es a escuchar, pienso sobre lo que me han dicho y no tengo ningún problema con el tiempo. Mientras todos están mirando el tiempo, yo digo, bueno pasemos una semana juntos, yo voy a su casa, usted viene a la mía, yo conozco a su familia si le parece bien y simplemente hablamos. Algunas veces la mejor información puede llegar simplemente caminando por una calle, oyendo al viento, y yo fui bendecido con una memoria prodigiosa. Nunca grabo a nadie porque no les gustan las grabadoras, tampoco apuntes, me voy y lo escibo o se lo dicto a alguien. Trato de construir un puente donde no se interpone nada entre la persona y yo.Trato de que no haya ninguna barrera.

¿Cuál es su versión ahora mismo de la muerte de Diana de Gales y de Dodi Al Fayed?

Hay nueva información. El mayordomo de Lady Di publicó un libro sobre ella, pero la semana pasada conocí algo que compartiré con usted, y es que antes de su muerte ella hizo una serie de cintas en video, hablándole a la cámara durante los últimos diez días los servicios de inteligencia británicos han estado tratando de encontrar estas cintas. Sabemos por el libro del mayordomo que ella dijo que había personas planeando matarla. La famosa carta que escribió y que fue publicada la semana pasada. Pero el temor es que en estas cintas estén los nombres de las personas de inteligencia que ella pensaba que estaban tratando de matarla. La pregunta es por qué querrían matarla? No es porque se quería casar con Dodi Al Fayed, pienso que la razón era que ella estaba desarrollando una campaña contra las minas antipersonales, y eso iba a hacer que muchos quedaran sin trabajo. También se estaba convirtiendo en lo que su hermano dijo la semana pasada, dijo que estaba afectada mentalmente, algo bastante difícil, pero estas cosas han adquirido una gran importancia sobre lo que está sucediendo. El Mossad estuvo involucrado porque ellos querían reclutar a Henri Paul, el conductor para que fuera un informante en el hotel del Ritz.

Usted ha hablado de una amenaza China.

Yo he dicho que China sería una amenaza mayor para América Latina. En la conferencia el delegado de México describió una reunión que ellos descubrieron entre la inteligencia china y Al Quaida. No hay ninguna duda de la influencia china en los países latinoamericanos. ¿Sabe usted que los químicos de la Tríada están trabajando con las FARC para producir una mejor clase de droga? Hay muchas cosas que es importante contarle al mundo. Es algo extraño para mi edad, ya tengo setenta años y continúo con reservas de trabajo hasta los próximos dos años.

Usted decía que nunca un agente de inteligencia le había corregido algo de lo que publicó. Por el explosivo calibre de mucho de lo que ha contado, ¿ha sentido alguna vez miedo de posibles represalias por hacer ciertas revelaciones?

Obviamente hay que tener cuidado. Se me ha informado que a Al Quaeda le gustaría mucho que yo estuviera muerto. Que el Hezbollá, las FARC y otras personas, también, pero yo no los tomo mucho en cuenta. parto de la base de que una vez está publicado, ¿qué van a hacer, matarme? Porque tal vez no saben qué más pueda yo tener almacenado en otros sitios que luego se publicarían. Yo siempre tengo información para si algo me llegara a pasar.

Cuando no está sumergido en sus investigaciones, viajando, reuniendo datos, ¿cómo es su vida doméstica, su familia?

Me encanta hablar sobre esto. Mi hijo mayor es un manager de uno de los grupos de pop más importantes del mundo. Por ejemplo tiene a uno que se llama Chemical Brothers, muy famosos. Mi segundo hijo es un director de cine muy bueno. Y mi hija mayor es la propietaria de un negocio muy exitoso. La menor tiene su propia compañía en Londres de publicidad. Le hace publicidad a las películas de Bond. Y mi esposa es una famosa diseñadora de interiores. Como ve todos trabajan, como yo, y nos entendemos muy bien. Tenemos una vida familiar muy sencilla. Mi hijo cuando era pequeño le preguntaron y qué es tu papá, y él contestó mecanógrafo. No ven la publicidad, ni mis libros en la prensa, ni las ventas.

¿Es un mundo doméstico alejado del peligroso y excitante mundo de espionaje, a la alta tensión de sus héroes?

Sí, definitivamente. El papá de mi esposa fue espía, y ella me decía que no quería que jamás aceptara un cargo como espía. Que escribiera sobre eso. A mí me han propuesto varias cosas si quiero trabajar como espía y he dicho que no, no he sentido la tentación, orque he querido conservar mi independencia. Y cuando los servicios de inteligencia me invitan a hablar, como en Washington, mi presentación fue un ataque contra los servicios de inteligencia americanos, y ellos me miraron aterrados. Les dije que había llegado el momento de que alguien les contara sus fallas, sus problemas. Llegó el momento de hablar de sus errores. Igual con el DAS, les dije vengo y hablo con América Latina pero no me van a imponer lo que tengo que decir. Sin condiciones. Nunca jamás he aceptado ni una amenaza, ni una amenaza ni una oferta. Durante el transcurso de los años ellos han aprendido a respetar este trabajo. Hay que ser muy fuerte con las personas y no toman las cosas como si fuera para molestar.

¿Cuáles han sido, tanto de la vida real como de la ficción, los agentes secretos que más admira?

Los de John Le Carré, Frederick Forsythe. De la vida real no he he leído de nadie ni me han contado algo que yo no supiera ya. Sé hasta dónde están contando.

La pérdida de privacidad que sufrimos los ciudadanos en el mundo moderno, y la intervención de los servicios de inteligencia en nuestras vidas cotidianas (Big Brotger reading you)

Sí, es una preocupación muy grande. Pienso que hemos perdido más privacidad desde el 11 de septiembre que nunca antes. La entrada a los países se ha restringido más, hay más supervisión, pienso que es algo complejo. En la nueva edición de mi libro podrá leer sobre las amenazas de la vigilancia. ¿Sabe en Londres cuántas veces lo fotografian por día? 156 veces por día, fuera de los almacenes, dentro de ellos, en las calles, y en Washington es aún peor.