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Dr. Jorge Córdova, del
departamento de Medicina Legal de la Policía
Nacional, sostiene que hay un incremento del 5% de
violencia en la ciudad de Guayaquil en los 3
primeros meses del año, con respecto al
2005. |
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Hay que atacar la
raíz que provoca el problema social: El desempleo
¡Guayaquil, sin Dios ni Ley! En los tres
primeros meses del 2006 hay 294 muertos por hechos violentos en
Guayaquil. “Existe un incremento”, sostiene el forense Jorge
Córdova.
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XANDERLUV, Manta
La ola de violencia que azota las calles de Guayaquil es
alarmante. Nadie está seguro ni dentro de su propia casa, porque al
que no lo matan, le roban o violan a alguien de su familia. Hay que
dormir con un ojo abierto y otro cerrado, esa es la realidad por la
que pasamos quienes vivimos en la Perla del Pacífico.
Cada
hora se registra una novedad en Guayaquil, a tal punto que a diario
a la morgue ingresan entre cinco a seis muertos por causas
violentas, según los forenses.
294 MUERTES VIOLENTAS Las estadísticas del
Departamento de Medicina Legal de la Policía Nacional revelan que,
desde enero hasta el 27 de marzo del 2006, se han registrado 355
muertos, de los cuales, 294 corresponden a muertes violentas.
“El 70% de esas cifras son por arma de fuego, entre el 10 a
15% por arma blanca, el 5% por traumas debido a golpes o caídas, y
los restantes por otras causas” dijo el Dr. Jorge Córdova, jefe (e)
del Departamento de Medicina Legal de la Policía.
“En el 2005
en los mismos tres meses se dieron 307 fallecidos y no todos eran
por violencia, este año hay un incremento del 5% y aún no termina
marzo”.
Entre esos hechos con mayor violencia, sostiene el
galeno, constan un descuartizado hallado en Daule, a quien le
cercenaron la cabeza, las extremidades superiores e inferiores, que
hasta la fecha no han sido encontradas; otro ciudadano que fue
asesinado y quemado dentro de su coche en la parroquia Chongón y el
último caso dentro de la Penitenciaría, donde cinco reos murieron
abaleados y una veintena de ellos resultaron heridos.
Lo que
es peor, cada día la juventud se pierde en las calles de la ciudad,
sin que sus padres puedan hacer algo para impedir que esa ola de
violencia no aumente.
“Esos chicos que empiezan por las
pandillas, mañana más tarde son delincuentes en potencia, cada día
la sociedad está más perdida, no hay valores morales ni éticos, pero
eso es culpa de los progenitores que no hacen un control para saber
qué hacen sus hijos, cuando no están en casa” refiere Carlos
Zapater, un comerciante de la bahía, a quien los pillos lo han
atracado por cuatro ocasiones y no solo que ha perdido el capital de
su negocio, sino a uno de sus parientes que trató de evitar uno de
esos asaltos.
ATACAR LA RAÍZ DEL PROBLEMA De cada diez
personas encuestadas por EXTRA, ocho respondieron que han sido
víctimas de los malandrines, tanto en buses como en las
calles.
La mayoría de ellos dijo que mientras no se ataque la
raíz que origina el caos social, como es el desempleo y la falta de
educación, el problema de la delincuencia jamás se podrá
contrarrestar. Ese mismo concepto lo mantuvo por mucho tiempo el
ex jefe del Comando Provincial del Guayas, Crnel. Luis Cadena,
cuando hace algunos años estuvo al frente de esa institución
policial. Él decía que “mientras no haya una política de Estado que
abra más fuentes de empleos de ingresos, de nada serviría tener un
ejército de uniformados en las calles, tener más patrulleros y
armamento”.
ND Fotos de Alfredo Piedrahíta.
“Hay muchos colombianos”
Enrique Proaño, secretario de la Comunicación del Estado, dijo
ayer a un canal de televisión que el Gobierno está trabajando en el
control de la delincuencia, pero “tenemos desplazamiento de muchos
colombianos al país que huyen por motivos de la guerrilla y ellos
forman sus propias bandas y realizan los atracos”.
No
especificó el funcionario las pruebas sobre su grave aseveración que
generaliza la estigmatización sobre todos los ciudadanos colombianos
residentes en el país. |