Carlos entró en el mundo por Tetuán, cuando Marruecos estaba bajo el dominio de España, pero se crió en La Isleta, cuna del Movimiento Obrero Canario y de futbolistas internacionales y campeones de boxeo. Su vida está jalonada por mil vicisitudes. "Hace unos cuantos años me encontré 300.000 pesetas y un reloj de la marca Rolex en un contenedor de basura, una fortuna en aquella época". Hoy está a las puertas de la indigencia: "A partir de octubre dejaré de cobrar los 426 de euros mensuales de la RAI".
Eduardo, veinte años más joven, también está curtido en la guerra por la supervivencia. Tras varios años en una prisión de la metrópoli, ahora malvive con una pensión por discapacidad de 325 euros. "En el ojo izquierdo tengo una merma del 90 por ciento de la visión". Cáritas Diocesana de Canarias le ha negado el pase del comedor. "Es increíble, un canario pasando fatiga en su patria mientras otros son mimados por los servicios sociales". Desayuna en el Centro Municipal de Acogida "Gánigo"; cena en la parroquia de San Pedro y recoge un bocadillo en "Gánigo" a última hora de la noche.
"En San Pedro cena un godo (oriundo de la Península Ibérica) que también almuerza en Cáritas y cobra una pensión de jubilación. ¿Por qué me discriminan a mí?".
El lamento de Eduardo es generalizado. "Tenemos que echar de Canarias a los traidores; son peores que los godos -dice Juan Ramón, un antiguo militante del MPAIAC (Movimiento para la Autodeterminación e Independencia del Archipiélago Canario). "Desterrarlos, de acuerdo, pero después de mantenerlos una temporadita a la sombra" -añade Carlos.
"Acabaron con la soberanía alimentaria (el 90 por ciento de los productos alimenticios consumido en Canarias es de origen foráneo) y destrozaron la naturaleza por culpa del turismo depredador en beneficio de su voraz mamandurria -continúa diciendo Juan Ramón-. Ahora pretenden salir de rositas, que la tragedia económica la paguen los pobres recortándoles todos los derechos conquistados durante años de lucha, sacrificio y represalias. Apenas queda nada del Estado Social de Derecho. Han mandado la Constitución Española a tomar viento fresco. Hemos retrocedido varias décadas en Derechos Humanos".
La preocupación es latente en la sociedad. Hasta el gobierno ha decidido sustituir el Departamento de Situaciones de Crisis por el Departamento de Seguridad Nacional. ¿Militares asesorando al presidente del gobierno en política económica o preparando la represión popular en caso de revueltas sociales? ¿Habrá revueltas sociales si los índices económicos siguen desplomándose? El director de Cáritas Diocesana de Canarias, Pedro Antonio Herranz Porcio, un godo nacido en Madrid, ha dicho: "No es propio de los canarios promover un conflicto violento". Eduardo, protesta: "Qué fácil es hablar con la panza llena y durmiendo a pierna suelta en un confortable Pikolin". Interviene Carlos: "Ese caballero nos toma por pollabobas, sumisos, fatalistas. Que el gobierno deje a los pobres sin comer y verá ese don Pedro de qué somos capaces los canarios".
Todo el mundo da su opinión sobre la burbuja inmobiliaria como desencadenante de la dramática situación económica. Juan Ramón, también:
"La caída del Muro de Berlín y la posterior desintegración de la URSS facilitó el mayor trasiego de capitales en el mundo jamás visto en la historia. Los paraísos fiscales de siempre y los Estados emergentes de Europa Oriental sirvieron para blanquear el fabuloso tesoro del Sindicato Mundial del Crimen Organizado (empresas multinacionales, bancos y mercados de valores infiltrados por la mafia). La inversión de aquel ingente volumen de dinero recayó principalmente en los países mediterráneos (España, Italia y Grecia) de marcada tradición turística. La construcción de viviendas en España y Canarias a bajo interés hipotecario y sin apenas garantías patrimoniales (bastaba con una simple nómina para solicitar préstamos bancarios) disparó la insostenible burbuja inmobiliaria. La liberación del suelo en 1998, bajo la presidencia de José María Aznar López, y la posterior política suicida de José Luis Rodríguez Zapatero provocaron el inevitable pinchazo. Ahora, en el umbral del apocalipsis, los especuladores de la economía criminal y los políticos traidores pretenden lavarse las manos con el sudor de los pobres".
¿Qué se puede hacer? ¿Qué ocurrirá si los canarios siguen copando los peores índices en desempleo, salarios y prestaciones sociales? ¿Qué va a suceder con ese ejército de pobres sin partido político, sindicato u ONG capaces de asumir su defensa? ¿Revueltas sociales incontroladas?
"La "españolidad" de Canarias -sigue hablando Juan Ramón- no sólo se defiende con las armas, sino con el derecho, y los Derechos Humanos de los canarios están siendo pisoteados. Que tenga cuidado España porque, en una situación de crisis generalizada, a Canarias le sobrarán pretendientes. ¿Y si nos fuera mejor con otra bandera?".
Volviendo a la situación de los comedores sociales, a ese descontento entre muchos usuarios. ¿Qué medidas van a emprender como Asociación de Víctimas de los Servicios Sociales?
"Informar a las parroquias -dice Eduardo- donde cenan quienes también almuerzan en Cáritas. ¿Por qué unos hacen dos comidas diarias y otros sólo una? ¿Por qué los usuarios del comedor de Nuestra Señora del Carmen no pueden cenar en el comedor de San Pedro, por haber almorzado en el primero, y sin embargo quienes almuerzan en Cáritas no tienen ese veto? En una situación tan grave como esta, si la solidaridad no parte de los propios usuarios alguien ha de marcar el paso. Hablaremos con los responsables de San Pedro y Santo Domingo para prevenir males peores. A veces en estos dos comedores no se puede repetir de plato porque no hay comida para todos. Es necesario acabar con los caraduras. Ni un abuso más.
A punto de concluir la entrevista, Jesús, un okupante de la antigua sede de la Agencia de Detectives Aster, en León y Castillo, pasó delante de los entrevistados. "¿Cuándo te cambias de casa" -preguntó Juan Ramón. "Tan pronto el Juzgado nos comunique la orden de desahucio. Ya tenemos otra casa adonde mudarnos. No vamos a quedarnos en la calle ¿no?".
Paradójicamente, el pinchazo de la burbuja inmobiliaria ha retirado de la calles a centenares de indigentes. En Las Palmas de Gran Canaria sigue habiendo gente durmiendo en parques, cuevas, playas, furgonetas viejas, barcos abandonados, pero la mayor parte del colectivo "sin techo" está bajo techo okupa porque las casas en ruina no han podido venderse como solares para nueva edificiación ni tampoco los inmuebles a medio terminar por falta de financiación.
¿Y qué decir del edificio Astoria? Cientos de niños y adultos, mayoritariamente de origen extranjero, hacinados en "apartamentos" de menos de 25 metros cuadrados. Dormitorio, cocina y baño, en muchos casos, sin puerta de separación. Entrar en el edificio Astoria es como hacerlo
en un patio de vecinos del Bronx neoyorquino. Pasillos en penumbra; paredes descoloridas; ascensores inservibles. Chabolas de cemento por 250 euros de alquiler más los gastos de agua y luz a tres calles de la universal playa de Las Canteras. El edificio Astoria no resiste una inspección de Sanidad. ¿Por qué nunca ha intervenido el Ayuntamiento? ¿Por qué se permite la explotación de los pobres en la pretendida Singapur del continente africano? ¡¡Las Palmas de Gran Canaria capital de Cuba!! ¿Cuándo dejaremos de criticar a Fidel Castro en vez de acabar con el hambre y la miseria en las "afortunadas" Islas Canarias?
Firmado: Manuel Robayna Barrera.
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