CRÓNICAS DE RAFAEL SÁNCHEZ ARMAS

BUFÓN DE CALÍGULA SIN PRINCIPIOS
DISPUESTO A SALIR
CORRIENDO EN CASO DE GUERRA

TRAGEDIA DURANTE LA PANDEMIA DEL COVID

¿Cómo pasará a la historia Pedro Sánchez Calígula? ¿Cuál será su "legado" durante muuuchos años como ha soñado despierto? Largo Caballero intentó someter a España a la dictadura comunista pero Franco "cautivo y desarmado el ejército rojo" lo acorraló en la frontera con Francia. Humillado en sus pretensiones bolcheviques murió pocos años después sin poder regresar a España. El "legado" de Largo Caballero y demás cabecillas del Frente Popular ha sido la Dictadura del Caudillo. Durante cuarenta años gobernó España hasta su muerte en la cama. Lo dejó "todo atado y bien atado" designando a Juan Carlos de Borbón y Borbón como sucesor de la Corona descabezada desde la huida de Alfonso XIII en 1931 en vísperas de la proclamación de la II República Española. En 1975, muerto Franco y coronado Juan Carlos como Rey de España, éste nombró a Adolfo Suárez González presidente del gobierno. El antiguo ministro-secretario general del Movimiento Nacional pilotó la transición de la dictadura a la democracia. Ley de Amnistía y Elecciones Generales en 1977 y la Constitución Española en 1978. Los dos bandos enfrentados durante la guerra civil firmaban la paz cuarenta años después.

Felipe González Márquez; José Luis Rodríguez Zapatero; Pedro Sánchez Pérez-Castejón. Tres miembros del PSOE en la Presidencia del Gobierno en la democracia posfranquista.

Felipe González pasará a la historia por los casos de terrorismo de Estado (varios ministros, secretarios de Estado y gobernadores civiles fueron condenados a prision por asesinatos, secuestros y robo de los fondos reservados del Ministerio del Interior) y corrupción (financiación irregular del PSOE, corruptelas en el BOE, Banco de España, Colegio de Huérfanos de la Guardia Civil). Un juez, Marino Barbero Santos, y un periodista, Pedro Ramírez Codina, fueron dos señaladas víctimas del "felipismo" por la instrucción del sumario de Filesa y por la investigación de los crímenes de la banda parapolicial del GAL.

El gobierno de Rodríguez Zapatero 2004-2011 se descató por el caso ERE (robo de más de 600 millones de euros cuya instrucción judicial asumió la magistrada Mercedes Alaya Rodríguez) y sus oscuras negociaciones con la banda terrorista ETA hasta el punto de dividir a la policía tras el chivatazo del faisán.

Dos perlas socialistas mandando en España más de veinte años, y como no hay dos sin tres apareció Pedro Sánchez Calígula, el más peligroso de todos por su delirio megalómano. En seis años de gobierno sólo ha ganado unos comicios, pero su pacto con los herederos de la banda terrorista ETA y con los herederos de la mafia catalana liderada por Jordi Pujol Soley lo han apoltronado en la Presidencia del Gobierno que no abandonará aun cuando ponga en riesgo la convivencia democrática. Ha convertido el PSOE en una secta de borregos incapaces de discernir entre un líder (con autoridad, formación y experiencia en el mando) y un simple trilero agazapado tras la soberbia de la derecha trapera "conducida" mediáticamente por los aliados tácitos de Pedro Sánchez Calígula. Si desde la propia derecha trapera se repudia públicamente a la "extrema derecha" como los fascistas rojos llaman a Santiago Abascal el camino hacia la victoria del "progresismo" soezcialista está cantado. Y esto es lo que sucedió en la campaña de las elecciones del 9 de junio.

De no haber estado España integrada en la Unión Europea, Pedro Sánchez Calígula hace tiempo que hubiera sido encarcelado en un módulo de aislamiento de la prisión Soto del Real o huido de España como el inquilino de Waterloo. Nadie ha perpetrado tantas irrregularidades y traiciones como Pedro Calígula. Pero la "democracia aritmética" con antiguos socios de ETA y del Padrino de Cataluña, y con los militares entretenidos cumpliendo misiones internacionales de paz, seguridad y defensa, le han dejado las manos libres para hacer y deshacer a su antojo. La última "amenaza" de este frustrado Largo Caballero, amparado por la firma del Rey de la inconstitucional Ley de Amnistía que convierte a Canarias, Andalucia y Extremadura, entre otras regiones, en suburbios fiscales de la "singular" Cataluña (concesión de este truhán a los herederos de Jordi Pujol Soley para mantenerse en la poltrona), ha sido proclamar manu militari un paquete de medidas "regenerativas" de la democracia porque "yo siempre cumplo y hago". Tremendo fantonche. ¿Quién no recuerda sus "promesas" incumplidas? Carota sin careta.

Este Largo Caballero bis ha hecho de su capa un sayo cerrando el Congreso de los Diputados durante la pandemia del covid; pactando en secreto con Marruecos la cesión del Sáhara Occidental; manejando la "división de poderes" a su antojo; hundiendo sus manos en la Fiscalía General del Estado, en el Tribunal Constitucional, en la Abogacía del Estado, incumpliendo las sentencias judiciales, haciendo de las puertas giratorias un escándalo (una ministra de justicia hoy designada mañana candidata a diputada y más tarde nombrada fiscal general del estado). El Rey se ha convertido en su marioneta, pero aún no ha terminado la completa sumisión de las instituciones del Estado. La imputación de su esposa y hermano presuntamente por delitos de corrupción, tráfico de influencias, evasión fiscal, etcetera, ha sido la gota para amenazar a la derecha trapera con emprender un paquete de medidas "regenerativas". Asalto al Poder Judicial y sometimiento de la libertad de prensa y expresión.

La guerra civil (la última porque España se ha pasado la vida entre ríos de sangre) empezó con disturbios callejeros; enfrentamientos y amenazas entre políticos de ambos bandos; insurrecciones como el golpe de Estado en Asturias en 1934 (sofocado por el general de brigada Francisco Franco Bahamonde) y quema de iglesias y represión de curas y monjas. El asesinato de José Calvo Sotelo uno de los dirigentes de la oposición parlamentaria desencadenó los acontecimientos y Franco se alzó contra el gobierno de la II República. Tres años duró la guerra hasta que "cautivo y desarmado el ejército rojo la guerra ha terminado". El bolchevique Largo Caballero echó a correr y no volvió nunca a España. Murió en Francia como tantos miles de compatriotas empujados a una guerra fraticida con escasas posibilidades. Noventa años después a Franco le ha salido un contrincante con ansias de victoria. Pedro Sánchez Calígula exhumó sus restos del Valle de los Caídos y está dispuesto a ganarle la guerra después de muerto borrando la historia de los crímenes del Frente Popular fascista. ¿Camina España hacia el abismo? ¿Solución checa o yugoslava?

VIOLENCIA PREBÉLICA COMUNISTA

GUERRA CIVIL ESPAÑOLA


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RAFAEL SÁNCHEZ ARMAS

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