AMALIA ROMERO HIJA DEL POETA ALONSO QUESADA
Retrato de una época, retrato de Gran Canaria


El 22 de junio de 1910 desembarcó Miguel de Unamuno Jugo en Las Palmas de Gran Canaria a bordo del "Reina Victoria" para presidir los Primeros Juegos Florales (un concurso de poesía) convocados por la Sociedad de Recreo del Puerto y zarpó el 19 de julio a bordo de la motonave inglesa "Romney". Entremedias desató una polvareda en Canarias por su crítica a la división administrativa del archipiélago.


En los días previos a la celebración del acto, en el Teatro Pérez Galdós, Miguel de Unamuno recorrió parte de la isla. En el Monte Lentiscal estuvo en la villa "Montaña de los Lirios" propiedad de la familia Pérez Galdós, en la cuenca del Guiniguada.

"Concluida la conquista de Gran Canaria, en 1483, la comarca definida por la cuenca del Guiniguada (barranco desde hace siglos, riachuelo cuando llegaron los españoles), en cuya desembocadura se estableció el Real de Las Palmas (origen de Las Palmas de Gran Canaria), se convirtió en una de las comarcas más activas de la isla, y en 1585 concentraba casi la mitad de la población" (Antonio Santana Santana y Claudio Moreno Medina).

La creciente demanda de productos agrícolas por parte de los colonos españoles provocó la rápida colonización de las tierras de la vega desde Las Palmas hasta San Mateo, a un tiro de piedra de la cumbre. Cañas de azúcar, parrales, campos de cereales.

"El Monte Lentiscal tuvo como objetivo garantizar el aprovisionamiento de leña y madera a la población de Las Palmas, Telde y Santa Brígida. En su interior, la vegetación presentaba un aspecto cerrado, formado por lentiscos, madroños, pino santo y acebuches, aunque abundaban las palmeras, sabinas, almácigos, dragos y especies de laurisilva como los brezos, laureles y mocanes. Pero la intensa explotación forestal explica por qué en pocos años experimentó un intenso deterioro. A pesar de todo, el antiguo bosque logró subsistir hasta las primeras décadas del siglo XX cuando fue privatizado y desforestado a raíz de la Real Orden de 1807. Toda esta intensa labor roturadora y la construcción de residencias de recreo han transformado en pocos años el Monte Lentiscal" (Antonio Santana Santana y Claudio Moreno Medina).

¡¡Santa Brígida!! ¡¡Tafira!! ¡¡Monte Lentiscal!! "En las primeras décadas del siglo XX Santa Brígida era un pequeño núcleo rural inserto en una hermosa campiña que despertó la admiración de todos los viajeros de la época" (Antonio Santana Santana y Claudio Moreno Medina). Nadie volverá a escribir nada semejante. La trilla es puro recuerdo "etnográfico". Monte Lentiscal a mediados del siglo XX: geranios, claves, rosas, hortensias, crisantemos, girasoles, albahaca, hiedra trepadora, dalias, jeringuillas, amapolas, tarajales, palmeras, cactus, dragos, pitas, cardones, araucarias, cipreses, ficos, laureles, yucas, zapotes, parras, lagares, bodegas, odres de piel de cabra. ¡¡Monte Lentiscal quién te ha visto y quién te ve!!


Cuenca del Guiniguada. Viento en febrero en San Mateo y recogida de papas y fruta en agosto. Vendimia en septiembre. Millo, tubérculos, hortalizas, pastizales, legumbres, cereales, plataneras, nogales, manzanos, castañeros, perales, tabaibas, tuneras, cardonales. Pan de huevo, truchas de batata, pastel de carne (recubierto de hojaldre), vino, miel, queso. Olor a chuletas asadas y harina molida. Pelete de bufanda a las doce del mediodía (de noche no se le ocurra dormir sin tanga de franela). Plaza de Nuestra Señora del Pino, casas de piedra y balcones de madera, montañas rodeando el pueblo con el Risco Saucillo a 1.900 metros de altitud. San Mateo despensa de Las Palmas de Gran Canaria. Mazapanes, polvorones, roscos de vino, bienmesabes, buñuelos, torrijas, huesos de santo, mermelada, conserva. Yacimientos aborígenes hasta Santa Brígida. Lavaderos comunes en las acequias no quedan, lavanderas tampoco. Doramas nació en San Mateo, allá por 1450. Murió asesinado por Pedro de Vera Mendoza en la Montaña de Arucas. Murió a traición, no de frente como peleaban los guerreros canarios.

"Los que alguna vez vengáis a Europa -es decir, no sé si en rigor es desde Europa desde donde ahora escribo-, los que al cruzar el océano Atlántico os detengáis un momento en este mesón puesto en una encrucijada de caminos de los pueblos, no dejéis de echar pie a tierra en él, y si disponéis de tiempo internaos en la isla, no perderéis el tiempo. Os lo aseguro. En esta ciudad de Las Palmas poco, muy poco tiene de interés para los que vamos buscando emociones que nos aren por dentro del espíritu. Ha crecido mucho, se ha ensanchado, se ha embellecido según entienden la belleza los comerciantes y los turistas por aburrimiento, tiene un puerto magnífico. Todo esto está muy bien, sin duda. Pero lo interesante aquí, en esta isla de la Gran Canaria, está en el interior, está en las dos grandes calderas (cráteres) de este enorme volcán apagado hace siglo". Caldera de Tejeda y Caldera de Tirajana, separadas por roques, picos y degolladas, una mirando hacia el noroeste y la otra con Maspalomas como horizonte. "Subí a Teror (sede de la Basílica de la Virgen del Pino, patrona de Gran Canaria), un pueblecito de singular sosiego, que me recordó alguno de los pueblos del Miño portugués. Si no fuese por las palmeras, este árbol litrugico que parece un gran cirio de quieta llama verde, si no fuese por las plataneras, si no fuese por otras plantas tropicales, esto me recordaría a las veces de Galicia. Allá, en Teror, a 600 metros de altitud, el frondosísimo castañar de Osorio me recordaba más de un rincón de mi nativa tierra vasca. Y allí, en el castañar de Osorio, me tendí a la caída de una tarde hasta ver acostarse las colinas en la serenidad del anochecer" (Miguel de Unamuno).

Desde Teror, Unamuno prosiguió camino hacia la Caldera de Tejeda atravesando la otrora Selva de Doramas. Tempestad petrificada definió a aquel tiovivo de abismos y montañas. Iba acompañado por un joven y taciturno Manuel Macías Casanova, aprendiz de periodista. El "hijo del silencio", como lo definió Unamuno, más tarde quedó mudo para siempre tras arrimarse a un poste de electricidad en el parque de San Telmo. Desde San Mateo hasta Tejeda, en el primer requiebro de la carretera de tierra frente a la majestuosidad del Roque Bentayga, Unamuno se quedó petrificado por aquel panorama de cicatrices del otrora infierno telúrico. Un nudo de emoción en la garganta por aquella sinfonía de los despeñaderos provocada hace millones de años cuando se abrió la tierra en la cumbre y escupió decenas de ríos de lava en todas las direcciones. Caldera de Tejeda, magma hecho barrancos, riscos, monolitos de basalto. Roque Nublo (altar de mi tierra amada), valles profundos, bancales, caseríos lejanos. Montaña de Altavista, pinares de Tamabada, Caldera de Tejeda alfombrada por retamas amarillas, tajarastes, higueras del diablo, salvias, incensios, cerrajas, tabaibas, pinos, almendros, cardones, tuneras, codesos, vinagreras, escobones, cedros, nogales, castaños, álamos blancos. Espectaculares almendros en flor en Ayacata. Tejeda y sus casas en pendiente hacia el abismo. Ocho kilómetros entre Tejeda y Artenara, casi tres horas contemplando el paisaje sin prisa y hablando con los escasos parroquianos. El municipio de Artenara ocupa 70 hectáreas desde la Cruz de los Moriscos en la cumbre hasta la playa de Las Arenas, a los pies de los farallones del Andén Verde, en un vertiginoso desnivel de más de 1.700 metros. Montaña de Tirma y la iglesia de San Matías de finales del siglo XVIII. La Caldera de Tejeda en toda su magnificencia. Cuevas trogloditas habitadas, vacas y ovejas pastando, agricultores trillando en la era. Valles de postales en la ruta hacia la Aldea de San Nicolás. En Artenara, en 1934, Juana García Rodríguez, del Partido Republicano Radical, pasó a la historia por ser la primera alcaldesa de Canarias.

"Artenara no se comprende alejada de los riscos, sin la profundidad de los barrancos, sin los sequeros y pastizales. Pero sobre todo sin los pinares, sin esa masa verde de sus montes plenos de misterios, ensueños y añoranzas" (Juan José Laforet Hernández).

Pico de los Pozos de las Nieves. Máxima cota de la isla a 1.949 metros de altitud. Tres pozos excavados en la tierra, tres neveros donde los canónigos de la Catedral de Canarias en el siglo XVII guardaban el hielo para trasladarlo en verano a Las Palmas en bestias de carga y hacer helados, sorbetes o simplemente tomar como agua fresca. Pico de los Pozos de las Nieves, Pico de las Nieves. ¡¡Montañas de Gran Canaria!! Miguel de Unamuno y Manuel Macías Casanova prosiguieron viaje hacia la otrora Selva de Doramas.

"Bajamos a los Tilos de Moya desde la finca de San Fernando, por un abrupto atajo. Y allí, en el fondo, una riqueza de frondosidad. Y un arroyo, un verdadero arroyo, con agua fresca, rumorosa y corriente. En ella hundí mis pies enardecidos y en el chorro de una fuente chapucé mi cabeza. ¡¡Qué lejos del mundo en aquella quebrada de los Tilos, entre los tilos y los eucaliptos!! Era como un aislamiento más en el aislamiento de esta isla. Oscura capa de arbolado reviste las vertientes de la barranca. El rumor del arroyo y el canto de los pájaros son el tic-tac del reloj de la vida. Se siente ganas de quedarse, quedarse a olvidar".

"Toda la isla era un jardín poblado de palmeras" (Pedro Gómez Escudero, cronista de la conquista).

"En Canaria (nombre de Gran Canaria en la antigüedad) abunda todo género de aves y fruta, está llena de bosques de palmeras de dátiles y pinos de piñas" (Plinio).

La conquista de Gran Canaria convirtió la isla en un campo de ingenios azucareros. La producción de azúcar de exportación precisaba tierras y combustible. Ingenios azucareros, tala de bosques, importación de animales de trabajo. Reparto de tierra en calidad de mayorazgos y colonización masiva (andaluces, gallegos, castellanos), semillas, bestias de carga. En los ingenios azucareros trabajaban especialistas portugueses y esclavos canarios, negros y norteafricanos. Las primeras fortunas en las islas (de ahí el nombre de Islas Afortunadas) las acumularon los propietarios de los ingenios azucareros de Gran Canaria. La masiva inmigración de colonos españoles y extranjeros necesitaba papas, hortalizas, cereales, vino, legumbres. Reparto de tierras y cursos de aguas (heredades). Deforestación, incremento demográfico, consumo de madera como combustible en forma de leña o carbón para alimentar los hornos de la industria azucarera y la navegación marítima, madera para la construcción de barcos, ingenios azucareros, casas, muebles, desbrozo de bosques para la agricultura a gran escala, reses y bestias de carga arrasando el monte, fabricación de pez obtenido de la resina para calafatear los barcos. ¡¡Selva de Doramas!! Un edén donde en el corazón del bosque no penetraba el sol. Laureles, dragos, olmos, tilos, hayas, barbusanos, álamos, saos, fayas, madroños, follaos, nogales, palos blancos, acebiños, mocanes, brezos, viñátigos, sauces, castaños. Líquenes en las ramas de los árboles y musgo en el tronco; helechos ocultando el suelo. Niebla densa, arroyos de agua fresca, cuevas en la montaña. Apenas queda nada. Primero los españoles y después los caciques de la isla del oeste provocaron la tala criminal de la Selva de Doramas. El reparto de tierras en Moya en el siglo XIX (con la oposición de los habitantes de Teror, Firgas, Arucas, Gáldar, Valleseco) terminó por hollar aquel paraíso. Leña, carbón, madera. Centurias robando el patrimonio de Gran Canaria para exportar madera a Tenerife. El hacha asesina apenas respetó el uno por ciento de la Selva de Doramas. Barranco Oscuro, Barranco de la Virgen, Barranco de los Tilos de Moya. Restos de postales de aquella Selva de Doramas cantada por Bartolomé Cairasco de Figueroa, Viera y Clavijo, Tomás Morales, Sabin Berthelot, Tomás de Iriarte.

"Hace cuarenta años (el autor se refiere a la década de 1950) los profesores del colegio te llevaban de excursión a los Chorros, por ejemplo, un bosque verde de tierra encarnada entre Firgas y Valleseco. Hoy ya no. Hoy es un restaurante donde te sirven queso tierno y papas arrugadas. Quedan arbolejos, sí, pero no lo suficientes para que un niño pueda extraviarse. Un niño canario tiene pocas posibilidades de perderse en el bosque. Eso sólo puede ocurrir en los bosques centroeuropeos" (José Antonio Alemán Hernández). Millo en Moya, pastizales en Firgas, colmenas de abejas en Valleseco.


* * *


Regresó Unamuno a Las Palmas de Gran Canaria, cubierta aquellos días de finales de junio por un toldo de nubes como llamó a la panza de burro característica de la costa norte de la isla, entre Arucas y la Isleta, un fenómeno meteorológico producido por los vientos alisios. Panza de burro o toldo de nubes para refrescar los días de canícula. Sin esta pantalla de nubes sobre la ciudad el verano sería insoportable. Desaparece entre septiembre y octubre con las primeras borrascas atlánticas. Sorprende a los viajeros primerizos la elevada temperatura del otoño, con el sol cayendo a plomo, sin nubes amortiguadoras como en verano. Maravillosa panza de burro también denigrada por los machangos de la isla del oeste.


Desde el Hotel Continental, situado en la plaza de San Bernardo, Miguel de Unamuno se trasladó hasta el Teatro Pérez Galdós en la tartana privada de Luis Millares Cubas. Expectación en la puerta del teatro. Autoridades, políticos, artistas, periodistas, intelectuales. Gente emperifollada. La reina de los Juegos Florales, Chona Millares Carló, estaba vestida con un traje blanco comprado por su padre, Bernardo de la Torre y Comminges, en Londres.

"El Teatro Pérez Galdos, donde se celebró el acontecimiento, estaba de bote en bote. Una vez que la reina (Encarnación Millares Carló) se sentó en su trono, los pajecillos lo hicieron a sus pies, uno a cada lado, con las manos cruzadas. Mientras contemplaba el teatro desde allí, y las luces y la gente, todo fue muy bien, pero cuando empezó a hablar Unamuno, un discurso larguísimo, pesado y nada adecuado para las circunstancias, según dijeron, me dormí sobre la cola de la reina. Me desperté con los aplausos" (María Rosa de la Torre Millares).

Dos folios de palabras, dos más, cuatro, seis, ocho, diez. Sarpullidos y bostezos a partes iguales entre los asistentes. Pero Unamuno aún no había metido el dedo en la herida de la "provincia única" de Canarias. Lo hizo en el segundo discurso, pronunciado también en el Teatro Pérez Galdós, el 5 de julio:

"Hay un problema en España, el del patriotismo, el de hacer patria. España se encuentra desde hace mucho tiempo en una crisis de reformación; está haciéndose la España nueva. Todos nos estamos haciendo. El hombre que hoy somos se nutre del que fuimos ayer. Hay todo un proceso desde la tradición al progreso. Todo progreso es un progreso de tradición. Está en crisis España, y lo está desde hace mucho tiempo, el sentimiento mismo, el concepto de patria, combatido, aquí, como en todas partes, por el localismo de un lado, por el universalismo de otro; en definitiva, por el amor el sentimiento de amor al campanario del lugar en que se ha nacido".

Dos folios de palabras, dos más, cuatro, ocho, doce. Acaloramiento en el Teatro Pérez Galdós, cruce de miradas en las primeras filas, murmullo en las de atrás. Definitivamente Miguel de Unamuno no había comprendido el problema del insularismo canario. "La cabeza de un peninsular es como el toldo de una tartana, necesita tiempo para enterarse de las cosas" (Alonso Quesada).


* * *


Las Palmas de Gran Canaria ha sido la primera ciudad española fundada tanto en Canarias como en América... Sin embargo...

"La capitalidad de Canarias recayó en Santa Cruz de Tenerife (STC) luego de veinticinco años de duros forcejeos que enfrentaron sobre todo a nuestras dos principales ciudades, Las Palmas de Gran Canaria y La Laguna, bajo los cuales se filtraron paulatinamente las aspiraciones de aquel reducto portuario tinerfeño, sede de la comandancia general, convertido en villa exenta por Real Cédula de 28 de agosto de 1803 como premio a su victoria sobre el almirante Horacio Nelson en julio de 1797" (Agustín Millares Cantero).

Durante siglos, en la rada de San Telmo (Las Palmas de Gran Canaria) se asentaron mercaderes y artesanos españoles, ingleses, alemanes, malteses, genoveses. Pero hasta el siglo XVIII, Gran Canaria estuvo marginada del comercio con América por el monopolio impuesto por Cádiz y Sevilla. El rey Carlos III estableció definitivamente el libre comercio. La Ley de Puertos Francos (1852) y la Ley del Puerto de Refugio (1882) dejaron pequeño el malecón de San Telmo.


Los barcos en aquella época fondeaban mar adentro, y en lanchones y barcazas se transportaba a tierra la carga y los pasajeros. Los frecuentes rebozos abortaban las operaciones durante jornadas. En los astilleros de San Telmo se fabricaban barcos con la madera arrebata por el hacha asesina a los bosques grancanarios. Barcos para el servicio de cabotaje; para faenar en la costa africana y para transportar mercancía y pasajeros entre África, Europa y América. El muelle de Las Palmas (construido a orillas de la playa de San Telmo en 1812) se hizo pequeño. Polémica entre los comerciantes de Triana y los expertos marítimos acerca si ampliar el desembarcadero de San Telmo o construir uno nuevo en la Bahía de las Isletas. Prevaleció el buen juicio, entre otros, de Pedro Castillo Westerling, comandante de Marina de Las Palmas, y en 1883 se inició la construcción del puerto de La Luz. Diques, espigones, contramuelles. La ciudad se llenó de militares, funcionarios y comisionistas españoles, y armadores, consignatarios, proveedores de barcos. "God bless our work (Dios bendiga nuestro trabajo). Letrero de la compañía británica Swanston ganadora del concurso de subasta para la construcción del puerto como faro del archipiélago. Proliferaron hoteles y fondas para hospedar a los funcionarios españoles y primerizos turistas europeos. Veinte años duraron las obras. Estaciones de suministro de carbón, depósitos comerciales, empresas consignatarias, astilleros, talleres de carpintería de ribera. Los ingleses monopolizaron el negocio portuario, y también la exportación de productos agrícolas. El capitalismo inglés fundó bancos, hoteles y sociedades culturales como el Gabinete Literario y el Círculo Mercantil. "Welcome to the Canary Islands" rezaba un enorme letrero en la Montaña del Vigía en la Isleta. A principios del siglo XX, el 60 por ciento de los barcos arribados a Las Palmas de Gran Canaria navegaba con pabellón británico. "Esta ciudad es una pequeña ciudad española. A pesar de sus letreros en inglés, a pesar de sus indios, a pesar de su carbón británico y su madera noruega, hay en ella el obispo de todas las ciudades españolas, el clásico presidente de la Audiencia y el inevitable magistrado reblandecido, el delegado de Hacienda y el comisionista catalán. Hay también un pequeño cacique analfabeto, sin estatura todavía, y un empresario de ruleta" (Alonso Quesada). Primo de Rivera primero y Franco después acabaron con la cartelería inglesa en las tiendas, hoteles, almacenes.


* * *


Benito Pérez Armas "ilustre tinerfeño de Lanzarote" nació en Yaiza, el 30 de agosto de 1871, hijo de Juan Pérez García y María de la Paz Armas Curbelo (apellidos tan familiares en el negocio marítimo de Canarias). Benito Ramón María de la Caridad nunca tuvo caridad con la tierra donde mató el hambre hasta dar el salto a la isla del oeste. Holgazán, travieso y alocado, a la edad de doce años lo mandaron a estudiar en el Seminario Conciliar de Las Palmas de Gran Canaria. Del Seminario Conciliar al Colegio de San Agustín. Cinco "mortales" cursos estuvo bajo la batuta de Diego Mesa de León. Mucha juerga (fundó un tebeo con ese nombre para ridiculizar a los profesores) y poco estudio. Aprobaba por los pelos. El futuro capitoste de la submetrópoli no eligió sin embargo la isla del oeste para estudiar derecho. Lo hizo en la Universidad de Salamanca. Pero no soportó el clima de la ciudad y emigró transitoriamente a Madrid. Terminó la carrera en la Universidad de Sevilla con la intención de opositar a cualquier puesto burocrático para dotarse de un sueldo hasta la muerte. Pero un contratiempo lo retuvo en STC cuando iba camino de Lanzarote a disfrutar de una temporada de asueto (mientras opositaba a cualquier puesto burrocrático). El puerto marinero de STC entró en cuarentena por una epidemia de cólera y se instaló provisionalmente en la primera la ciudad con más historia de la isla del oeste a pesar de la rapiña de STC. En San Cristóbal de La Laguna contrajo matrimonio con Elena González de Mesa y Pérez, huérfana, veinteañera. Casa nueva y dos sirvientas para atender a la esposa del futuro cacique (el número creció a tres sirvientas con la llegada de los primeros retoños). Benito Pérez de Armas ingresó en el Partido Liberal de Fernando León y Castillo con la misión de minarlo. Elegido diputado provincial comenzó a atacar la dependencia de Lanzarote y Fuerteventura del cacique de Las Palmas Fernando León y Castillo, representada en la isla del oeste por Francisco Bethencourt Montesdeoca (consuegro del poeta grancanario Domingo Doreste Rodríguez y hermano del padrino de bautizo de Amalia Romero Suárez). Desde ese momento se convirtió en el valladar de los periodistas antigrancanarios Leoncio Rodriguez Gonzalez y Bernardo Chevilly Hernández.


Tremendo insulto para un escritor: "Fue en lo político donde Pérez Armas rayó a la mayor altura" (Marcos Guimerá Peraza, primo de Angel Isidro Guimerá Gil, colaborador del periódico fundado por Leoncio Rodríguez González y nostálgico como su primo de la "grandeza" arrebatada por Gran Canaria a la isla del oeste).


Naturalmente su intervención en la asamblea de la Unión Patriótica (contraria a la división de la "provincia única" de Canarias) pasó a la historia del caudillaje de Benito Pérez Armas. Provincia única con la capitalidad en STC (villa nombrada ciudad en 1856 frente a los trescientos años y pico de antigüedad de Las Palmas de Gran Canaria). El otrora holgazán, travieso y alocado Pérez Armas había conseguido por fin la soñada oposición en cualquier puesto. No necesitaba trabajar, sino dedicarse a hacer política contra Gran Canaria de la mano de la oligarquía de la isla del oeste. "La aspiración de la asamblea es echar las bases de la solidaridad canaria, sin distinción de islas ni de partidos" (dijo aquel 2 de mayo de 1908).


Patricio Estévanez Murphy (hermano del general Nicolás Estévanez, nacido en Gran Canaria para desgracia de la isla, pero convertido en otro flagelo), un correveidile de Luis Maffiotte La-Roche, le mandó una carta lisonjera: "La asamblea resultó magnífica, pero magnífica de verdad. El elemento joven se creció, y Benito Pérez Armas sobre todo". Para desgracia una vez más de Gran Canaria Luis Maffiotte La-Roche también nació circunstancialmente en Las Palmas de Gran Canaria. Pero la saga es de origen chicharrero. El primer Maffiote (abuelo de Luis Maffiotte La-Roche) arribó a la isla del oeste después de la Batalla de Trafalgar. Michel Maffiotte Milliere (más tarde cambió Milliere por Miller para "emparentar" con Thomas Miller, aquel escocés creador de un emporio marítimo en Las Palmas de Gran Canaria) nacido en 1786, en Aigues-Mortes (un pueblo de pescadores desde el cual partió el rey Luis IX en dos ocasiones con motivo de las cruzadas medievales en Tierra Santa), ingresó en la Armada francesa como timonel del "Indomptable". La Batalla de Trafalgar obligó a la desarbolada escuadra francesa a refugiarse en la bahía de Cádiz. Un temporal rompió las amarras del "Indomptable" y derivó mar adentro. A punto de naufragar sus tripulantes fueron recogidos por un barco rumbo a la isla canaria del oeste. A Michel Maffiotte Millieri le gustó el clima y María del Carmen Arocha Pintado. Contrajeron matrimonio y se llenaron de chiquillos. Michel se convirtió en Miguel y fundó la escuela de náutica de STC. De timonel a director hasta la jubilación de los marinos isleños. Entre los hijos de Maffiotte, Pedro Maffiotte Arocha destacó sobre los demás por su odio a la independencia administrativa de Gran Canaria. De su matrimonio con Josefina Prion de La-Roche y Siera, Miguel, Juan y Luis Maffiote La-Roche germinaron la semilla del odio del padre. Luis Maffiotte La-Roche nació circunstancialmente en Las Palmas de Gran Canaria y estiró la pata en Madrid, en 1937, después de fracasar en su intento de impedir la libertad de Gran Canaria.


El "elemento joven" encarnado en Benito Pérez Armas asumió la presidencia de la Diputación Provincial en 1911 como respuesta a la inminente Ley de Cabildos de 1912, considerada una afrenta en la isla del oeste. Dimisión del alcalde de STC, manifestación en las calles, destrucción de la imprenta donde se editaba el periódico "El Tiempo" (diario tildado de divisionista, leonino, acanariado). Fernando León y Castillo (de ahi el nombre leonino) se convirtió en el demonio de la isla del oeste, y por ende, su "procónsul" Francisco Bethencourt Montesdeoca. Discurso de Benito Pérez Armas a la altura de su traición a Gran Canaria. En esa misma sesión se propuso su viaje a Madrid para defender la unidad de la provincia. La comisión "informativa" estaba compuesta por diecisiete "informadores", entre ellos, Luis Maffiote de La-Roche. Mucha "información", pero el presidente del Consejo de Ministros, José Canalejas Méndez, promulgó la Ley de Cabildos en 1913 como antesala de la Independencia de Gran Canaria en 1927. Con la Ley de Cabildos la isla del oeste perdió el monopolio de los servicios de agua, fomento, enseñanza secundaria (la enseñanza universitaria estuvo bloqueada ochenta y cinco años más como se verá más adelante), sanidad, beneficencia y obras públicas en Gran Canaria,


El cacique importado de Lanzarote, aquel holgazán, travieso y alocado, encumbrado a la jefatura política de Canarias sin haber opositado nunca, en 1914 recibió una nueva dádiva, y como siempre sin dar golpe. Nombrado catedrático de Derecho Marítimo en la Escuela de Náutica de STC, poco después asumió la dirección. De un timonel como director, Michel Maffiotte Mirellie o Miguel Maffiote Miller, a un opositor sin oposición. ¡¡Y el primer puerto de España (segundo del mundo detrás de Nueva York por TRB), el puerto de La Luz, el puerto de Las Palmas de Gran Canaria, a merced de semejantes personajes!! Cuando en 1924 la Escuela de Náutica pasó a depender del Ministerio de Marina, una Real Orden fechada el 11 de junio anuló el nombramiento a perpetuidad de Pérez Armas como catedrático de Derecho Marítimo. El comandante militar de Marina de Canarias, el capitán de navío José Marías Estanga Arias, emitió un informe sobre Benito Pérez Armas:

"El interesado ha sido el cacique máximo de la isla en el anterior régimen, hasta el punto de no hacerse nada sin su consentimiento ni autorización, siendo público y notorio que no asistía diariamente ni con puntualidad a sus clases, haciendo, en suma, lo que le ha dado la gana".

La Junta Superior del Ministerio de Marina rechazó la pretensión de Benito Pérez Armas de ser restituido en la cátedra de Derecho Marítimo. Cartas van y cartas vienen desde la isla del oeste a Madrid. Para desgracia de Gran Canaria, el grancanario Leopoldo Matos Massieu (tres veces ministro), asumió la defensa de los intereses del cacique antigrancanario. El Tribunal Supremo de Justicia revocó la Real Orden y desestimó por "irrelevante" el informe de la Comandancia de Marina de Canarias. La sentencia se dictó el 22 de diciembre de 1927. Esa iba a ser la única satisfacción de Benito Pérez Armas en ese año porque justo el día anterior había sido decretada la división de la "provincia única" de Canarias. Benito Pérez Armas, flaco, nervioso, un tipo decadente, según el caricaturista CROSITA (Diego Crosa Costa). Una cirrosis de hígado acabó con su vida, el 25 de febrero de 1937, con gran dolor de Leoncio Rodríguez González, enemigo público de Gran Canaria incluso después de muerto.


No se puede hablar de Benito Pérez Armas sin recordar a Leoncio Rodríguez González. ¡¡Leoncio el Justo!! Preguntado Julio Yanes Mesa, profesor de Historia de la Comunicación de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad de La Laguna, por Daniel Dique Díaz, respondió: "Por supuesto que Leoncio Rodríguez tenía una idea de Canarias, y muy clara. Concebía la región desde una perspectiva descentralizada, cuasi federal con el centro en Tenerife. Siete islas, siete cabildos, con mucha descentralización y la capital en Santa Cruz. Siempre tendió la mano a Las Palmas y siempre mantuvo que había que entenderse con ellos".


¡¡Chacho!! ¡¡Qué bueno era Leoncio!! Pero fracasó en su "bondadoso" proyecto. Benito y Leoncio o Leoncio y Benito, y el hijo del ciudadano francés Merardo Chevilly Amat, Bernardo Chevilly Hernández, otro derrotado. A pesar de su verborrea antigrancanaria, Fernando León y Castillo obtuvo un escaño en el Senado gracias a los compromisarios de la isla del oeste. Y por si fuera poco, el busto de Fernando León y Castillo preside en solitario la puerta de entrada del Senado. Una escultura de bronce sobre peana de granito, sin competencia, por ser el único político nacido en España con tamaño honor. Diputado, ministro de Ultramar y Gobernación, embajador en Francia, senador vitalicio, marqués del Muni, Toisón de Oro, Gran Collar de Carlos III, Gran Cordón de la Legión de Honor de Francia, Collar de la Orden de la Estrella Polar de Suecia y Noruega, Gran Cruz de San Lázaro y San Mauricio en Italia, Llave de Oro de París, Ciudadano de Honor de París, Hijo Predilecto de Manila, Hijo Predilecto de Gran Canaria, Hijo Predilecto de la Ciudad de Telde, Hijo Adoptivo de la Ciudad de Las Palmas de Gran Canaria... Fernando León-Falcon y Castillo-Olivares, orgullo de Gran Canaria.

"Ante la exaltación del sentimiento patrio que vibraba en la protesta, el Ayuntamiento de STC se constituyó en sesión permanente, el día 23 de marzo de 1893, anunciando su dimisión en masa. El numeroso público reunido en la plaza de San Francisco invadió las Casas Consistoriales, asaltó la torre y las campanas tocaron a rebato (Bernardo Bernardo Chevilly Hernández)... Por momentos iba en aumento el gentío, que profería gritos de protesta mezclados con mueras a significados personajes. Díjose allí que el ayuntamiento trataba de organizar una manifestación, que partiría de la plaza de Weyler, y hacia aquel lugar se dirigió la muchedumbre. Ya se hallaban reunidos en la Sociedad Juventud Republicana exaltados elementos que pronunciaron patrióticos discursos" ... Organizose poco después la imponente manifestación presidida por el ayuntamiento... El comercio había cerrado sus puertas y en algunas casas lucían crespones negros... No faltaron aquella noche grupos de jóvenes que recorrieron las calles dando vivas y mueras, llevando su estridencia hasta el extremo de apedrear algunas casas de significados personajes que el pueblo tildaba de leoninos... Pero unas horas más tarde el público vio con la natural sorpresa que salían de sus cuarteles fuerzas del Ejército. Una compañía de artilleros se situaba en la plaza de San Francisco; el Batallón de Cazadores en la carretera hasta la plaza de la Constitución y la Guardia Montada aguardaba a la entrada del muelle. Pero todo este aparato belicoso, destinado sin duda a reprimir cualquier intento de violencia, no amedrentó a los santacruceros, que no se acobardaron ni siquiera frente a las balas. Enardecida la muchedumbre invadió la plaza de San Francisco para presenciar la salida de los compromisarios. Su impaciencia empezaba ya a manifestarse en silbidos y mueras a aquellos que habían traicionado a Tenerife votando a su secular enemigo Fernando León y Castillo. Y comenzó el desfile de unos señores de cadavérico aspecto, protegidos por la artillería, y acogiéndolos el pueblo con rugiente bramido de coraje, con insultos y amenazas. Siguieron su marcha lenta y jadeante hacia la plaza de la Constitución, entre las filas del Batallón de Cazadores, cuyos soldados tenían que sostenerlos para no venir al suelo, poseídos de un temor insuperable. En la plaza se hallaba el coronel Elicio Cambreleng Bérriz con su corneta de órdenes, y junto al castillo de San Cristóbal se veía al teniente coronel del Batallón de Cazadores, a caballo, con algunos oficiales y soldados. Cuando aquella masa humana de paisanos y militares dobló la esquina del casino y bajó la rampa de la calle de la Marina en dirección al muelle, ya el oleaje humano, que llenaba aquellos lugares, no pudo contenerse y trató de romper las filas de soldados para saciar su cólera reconcentrada. La pedrea comenzó entonces con gran violencia hiriendo uno de aquellos proyectiles al teniente, el cual dio la orden de hacer fuego. Los disparos sin duda fueron al aire porque no causaron víctimas. Al oír la descarga el coronel se acercó al teniente coronel del Batallón de Cazadores, increpándole con estas palabras: ¡¡Eh!! ¿Qué es eso, teniente coronel? ¡¡Aténgase usted a las órdenes recibidas!! En el muelle el tumulto era espantoso. La muchedumbre, sin que temor alguno la contuviera, lanzaba una verdadera lluvia de piedras contra todos los que se oponían a su deseo de agredir a los compromisarios. Las piedras llegaban en cestas traídas por mujeres de la pescadería. El teniente coronel, a pesar de la órdenes severas recibidas, mandó de nuevo a hacer fuego, al mismo tiempo que decía: ¡¡A ellos!! ¡¡Duro y a la cabeza!!. Sonó otra descarga, sembrando el terro en parte de aquella gente que huyó despavorida y se refugió en la Capitanía del Puerto debiendo la vida al generoso proceder del comandante de Marina. Los compromisarios pudieron al fin llegar a bordo (sin equipaje, arrojado al agua por la turba), contusionados muchos, heridos de relativa importancia uno de ellos, y todos hechos una verdadera lástima. Súpose que cierto compromisario, al poner los pies en el barco, cayó de rodillas, y vertiendo lágrimas de la emoción de verse libre de todo peligro, juró y perjuró que jamás volvería a pisar la tierra maldita de Tenerife, y no estoy muy seguro si cumplió su juramento".

Bernardo Chevilly Hernández, a quien no se le reconoce gesta alguna militar, sólo la de héroe de cartón piedra, concluyó su remembranza de aquel Viernes Santo de 1893, con la siguiente apología del terrorismo imperialista:

"El pueblo de marzo de 1893, que airado protesta por la supresión de un organismo militar que encarnaba una hegemonía conquistada con sangre generosa, no es el del pueblo de 1927, que vio impasible y hasta con singular complacencia por algunos, la humillación y el despojo".

¡¡Pobre Bernardo "Nelson" Chevilly Hernández!! ... Requiescat in pace, amén. Ni la oligarquía de la isla del oeste ni su burguesia ilustrada han aceptado nunca la derrota, y aún hoy continúan sumidos en la nostalgia. Ángel Guimerá Gil, primo de Guimerá Pereza, en el periódico de Leoncio Rodríguez González, ahora con otro nombre, escribió:

"Santa Cruz de Tenerife debe recordar y conmemorar la capitalidad de la provincia única, Canarias, que ostentó durante ciento cinco años (1822-1927). En tal sentido, y conjuntamente con mi compañero de corporación, Guillermo Guigou Suárez, en nombre del Partido Ciudadanos de Santa Cruz, hemos elevado al pleno de la corporación de Santa Cruz de Tenerife, que se celebrará el próximo día 18 de enero del 2008, y para su debate y aprobación, una moción que me permito transcribir en esta sección dominguera. Dice literalmente lo siguiente: "Hace ochenta años que por el Real Decreto de 21 de septiembre de 1927 la Provincia de Canarias quedaba dividida en dos: la provincia de Las Palmas y la de Santa Cruz de Tenerife. La oriental y occidental. Se culminaba así la pugna que desde hacía más de un siglo se había mantenido contra la provincia única, Canarias, y su Capital, Santa Cruz de Tenerife, obtenida por el representante del Ayuntamiento de Santa Cruz, el síndico personero Don Joseph Murphy y Meade -hijo de irlandeses afincados en la Isla de Tenerife- en las Cortes, en sesión de 14 de enero de 1822, del Trienio liberal, por Real Decreto de 27 de enero de 1822 (nueva división territorial de España). Se cumplen este mes y año los ciento ochenta y seis (186) años de esta fecha memorable. El Ayuntamiento de Santa Cruz del año 1822, presidido por Don Matías del Castillo Iriarte, consiguió la Capital del Archipiélago gracias a las gestiones del procurador síndico personero de segundo voto Don José Murphy y Meade (hermano de la madre del general Nicolás Estévanez Murphy, grancanario de nacimiento y antigrancanario de vocación, y bocazas porque desde Paris amenazó con la guerra si la "provincia única" se disgregaba), nombrado para que, como apoderado de la Corporación, obtuviera el deseado título, cosa que, gracias a su habilidad, su tenacidad, su talento y sus relaciones con los diputados liberales del Trienio peninsular, consiguiera, en lucha con los entonces diputados por Canarias Echeverría y Cabeza, que no eran precisamente partidarios de Santa Cruz: el primero, prefería La Laguna; el segundo prefería Las Palmas. Mi querido y admirado pariente Marcos Guimerá Peraza, autor de múltiples libros y trabajos literarios, publicó, como consecuencia de cumplirse doscientos años del nacimiento en Santa Cruz de Tenerife de José Murphy y Meade, una biografía del mismo titulada "Murphy (1774-1841), vida, obra, exilio y muerte", fruto de diez años de investigación del que fuera "precursor de nuestras franquicias y padre de la capitalidad del archipiélago", palabras con las que Marcos Guimerá bautizaba a José Muyphy Meade en sus notas de autor escritas en julio de 1973 en El Sauzal. Don Guillermo Guigou Suárez y el que les habla, en nombre del Partido Ciudadanos de Santa Cruz, quisiéramos que el día 27 de enero se instituyera como fiesta que conmemore la fecha del mismo día del año 1822, en la que la entonces sólo villa fue nombrada capital de la provincia -Única- de Canarias. Esta fiesta se sumaría a la del 3 de mayo (fundación de Santa Cruz), y 25 de Julio (victoria sobre Nelson). El primer aniversario a celebrar el próximo domingo 27 de enero del 2008, tendría un carácter sencillo pero sentido que se irá incrementando a medida del paso de los años. Y ello debería ser así porque somos el único municipio de Canarias que ha ostentado la capitalidad de la región, que cumple, este año, 186 años de su declaración. Lo han hecho así en otras ciudades y regiones de España, como ocurre en Cataluña. La pretensión de que ahora se festeje este importante acontecimiento, con el esplendor y la debida resonancia que merece, constituiría sin duda un verdadero acierto, y ello no sólo como respuesta a la reciente conmemoración por la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria de la división provincial en 1927, sino que es de justicia, también, recordar los más de cien años que esta ciudad ostentó la capitalidad de Canarias. Piénsese que este propio Ayuntamiento santacrucero erigió, no hace mucho, un monumento a José Murphy Meade en la plaza de San Francisco, en la que se ubican los edificios que fueron sedes del Ayuntamiento, Diputación Provincial y Palacio de Justicia; así como, en coalición con la Cámara de Comercio, publicó y presentó en su Salón Noble la segunda y ampliada biografía realizada por Don Marcos Guimerá Peraza del ilustre tinerfeño-irlandés, "padre de Santa Cruz", como gustaba llamarlo el fino escritor Juan Manuel Trujillo Torres (secretario de José Franchy Roca y casado con Lola de la Torre Champsaur, hija de la grancanaria Dolores Champsaur Millares y sobrina del divisionista Bernardo de la Torre Commingues ). En este primer aniversario, a celebrar el próximo domingo 27 de los corrientes, se llevará a cabo ante el monumento erigido a José Murphy Meade en la plaza de San Francisco de esta capital una ofrenda floral, a la que asistirán los miembros de la Corporación, acompañamiento de banda de música, etcétera, y todo ello sin perjuicio de los actos que el Excelentsismo Señor Alcalde (del caso de playa de las Teresitas) y el equipo de gobierno determinen en los próximos y sucesivos años para conmemorar esta celebración."

"Nostalgia / de escuchar su risa loca / y sentir junto a mi boca / como un fuego / su respiración / Angustia de saberme abandonada / y pensar que a otra a su lado pronto, pronto / le hablará de amor / Hermano, yo no quiero rebajarme / ni pedirle, ni llorarle / ni decirle que no puedo más vivir / Desde mi triste soledad / veré caer las rosas muertas de mi juventud"... 186 años de aquel yugo, 186 años de aquel expolio. Gran Canaria a merced de la submetrópoli:

"Sus escasos bosques fueron objeto de una terrible tala desde mediados de 1834 a través de las pródigas autorizaciones concedidas por el jefe político y la Diputación Provincial. La madera era remitida sobre todo a los almacenes de Santa Cruz de Tenerife y las denuncias de la municipalidad palmense por semejante deforestación resultaron inútiles. El 11 de abril de 1836 estalló en Las Palmas un motín contra dos aborrecidos empleados públicos y supuestos espías de STC, el subdelegado de la policía y teniene de navío Salvador Clavijo Miranda, de estirpe lanzaroteña, que a la sazón desempeñaba la capitania del puerto, y Juan Creadgh Madan, hijo de un teniente coronel expulsado de la isla durante la asonada antitinerfeña del 1 de septiembre de 1808. Las campanas del Seminario Conciliar tocaron a rebato" (Agustín Millares Cantero).

Gran Canaria (Canaria en la antigüedad) dio nombre a todo el archipiélago y ostentó la capitalidad durante tres siglos. ¿Por qué cayó bajo la dominación de la isla del oeste en 1822? Todo comenzó a finales del siglo XVI, concretamente después del ataque a Gran Canaria de la flota holandesa mandada por el vicealmirante Pieter Van der Does. Inglaterra y las "provincias" españolas llamadas popularmente Flandes estaban en guerra contra Felipe II, cuya "Armada Invencible" se había ido a tomar viento en 1588. Después de los corsarios ingleses John Hawkins y Francis Drake, Holanda y Zelanda, entre otras "provincias" holandesas independentistas lideradas por el hijo del asesinado Guillermo de Orange, decidieron atacar a España por su flanco sur para minar su presencia en Flandes. Las Palmas de Gran Canaria se convirtió en el objetivo del ataque por ser la ciudad más importante del archipiélago, una plaza financiera de primer orden. Mucha riqueza en manos de mercaderes, hacendados y eclesiásticos. En ese tiempo sólo destacaban dos ciudades más en Canarias: Santa Cruz de La Palma y San Cristóbal de La Laguna. La villa santacrucera no estaba ni en los mapas. El 25 de junio de 1599, Pieter Van der Does se presentó frente a Gran Canaria con 73 barcos mercantes artillados y 12.000 hombres con el "Oranggieboom" como buque insignia. La flota estaba dividida en tres escuadras. Intercambio de cañonazos entre los barcos holandeses y las fortalezas isleñas. A la mañana siguiente 150 lanchas transportaron a miles de soldados hasta tierra. El día 27 la Isleta cayó en sus manos y el resto de la ciudad el 28 de junio. Los colonos españoles, como antes hicieron los canarios tras la invasión de los piratas europeos, huyeron hacia el interior de la isla. El vicealmirante Pieter Van der Does mandó una comitiva exigiéndo un rescate de 400.000 ducados de oro. Pero los colonos españoles no estaban dispuesto a pagar ni un duro (tres céntimos de euro). Mientras el vicealmirante holandés esperaba la respuesta los soldados acantonados en Vegueta hallaron el tesoro guardado con tanto celo en los sótanos de la catedral para uso del obispo, canónigos y deanes. Un montón de barricas de vino del Monte Lentiscal. Empezaron a beber y no pararon hasta coger una bonita tajada como Pepe Monagas. En esas condiciones emprendieron camino a Santa Brígida, un terreno nada propicio para hacer frente a un contraataque guerrillero, y los colonos españoles, aunque en inferioridad numérica (unos 800 contra 4.000 soldados holandeses), derrotaron a las huestes del vicealmirante Pieter Van der Does en la Batalla del Batán el 3 de julio de 1599. Heridos unos cuantos holandes, y borrachos otros, regresaron a la ciudad, para luego emprender la retirada hacia la Isleta y embarcarse de nuevo. En su huida robaron varios cientos de barricas de vino, azúcar, las campanas de la catedral. Saqueo, destrucción e incendio de Las Palmas de Gran Canaria. Objetivo cumplido: Inglaterra se libró de la invasión española y Flandes puso los cimientos de su Independencia (1648). Comenzó el declive económico de Gran Canaria en beneficio de la isla del oeste.


A principios del siglo XIX, Las Palmas de Gran Canaria estaba varada en el abandono. "La ciudad apenas daba señales de vida. Sin puerto, sin muelles, sin comercio. Sin otros barcos que los barcos de la pesca, sus habitantes veían pasar los días hasta que el vigía de la Isleta anunciaba la presencia de un barco. Despues de trescientos años de la fundación Las Palmas aún conservaba la mezquina construcción de los primitivos tiempos y el aspecto morisco de las indolentes y sucias poblaciones del continente africano. La fisonomía urbana semejaba a la de una gran aldea. Casuchas de plantas bajas, algunas de pisos altos con rejas y celosías y otras con balcones como habitaciones. Calles estrechas, tortuosas, sin nombre ni aceras, calles sin embaldosar, calles sin cloacas, calles sin alegría" (Domingo José Navarro Pastrana). Sólo existían dos coches de carruaje en Las Palmas de Gran Canaria, el del Obispo Verdugo y el del Conde de la Vega Grande. Pero el renacimiento grancanario iba a comenzar a mediados de siglo con la llegada a la isla de comerciantes, armadores y consignatarios ingleses, mallorquines, catalanes, malteses, italianos, franceses, alemanes. Todos propusieron la construcción de un puerto grande de refugio para salvar el insuficiente muelle de San Telmo, pero comenzaron las maniobras de la isla del oeste. La primera jugarreta consistió en nombrar a STC (una villa sin rango de ciudad hasta 1856) capital del archipiélago. A partir de esa conquista la guerra contra la construcción del puerto de La Luz (faro del archipiélago y segundo del mundo detrás de Nueva York por TRB) se desató de forma virulenta.


Salvador Cuyás Prats, originario de Vilanova i La Geltrú (Barcelona), hijo de Antonio Cuyás i Casacuberta y Antonia Prat i Guixeral, llegó a Las Palmas de Gran Canaria con apenas quince años de la mano de un próspero comerciante de Barcelona con negocios en Canarias. Se matriculó en la Escuela de Comercio para estudiar matemática, idiomas y teoría económica. Hombre de mirada de lince consiguió independizarse y crear la Casa Cuyás como trampolín de sus múltiples empresas comerciales, inmobiliarias y matrimoniales. Contrajo nupcias con Rafaela González-Corvo y de Quintana, hija de una comerciante de armas tomar de la calle la Peregrina casada con un pazguato. Salvador Cuyás Prats se hizo un hueco en la sociedad capitalina y construyó un caserón en la plaza de San Bernardo con doce alcobas para el matrimonio y su numerosa prole, una villa de recreo en Tafira, varias casas en la calle de Viera y Clavijo, veintitantas en la carretera de Matas (destinadas a sus trabajadores). También en el Puerto de La Luz y en el paseo de Chil, almacenes comerciales, muelles, depósitos de carbón. Riqueza, influencia política (a través de su puesto de concejal) y visión de futuro. En el periódico fundado por José Franchy Roca, "El Telégrafo", escribió: "¿Cómo va a consentir el gobierno que sigan estas islas orientales de la manera que están? ¿No ve cómo Tenerife se vale de toda clase de entorpecimientos y rémoras para perjudicar el comercio y los intereses de Gran Canaria? ¿Cómo va a consentir la esclavitud y los entorpecimientos a las iniciativas y energías de los habitantes de Las Palmas, que, a pesar de los egoísmos, vanidades y torpezas de los hombres de Tenerife, ha progresado mucho más? Tarde, pero muy tarde, hubiera sido cuando el puerto de Las Palmas hubiera tomado incremento, a no ser por la independencia de las comandancias de marina y por esa prodigiosa actividad en facilitar todos los medios para su enriquecimiento. No sólo es conveniente la división provincial, sino que es un acto de justicia y necesidad".


Salvador Cuyás Prats (1838 – 1913), Pedro Bravo de Laguna y Joven (1832 – 1896), Luis Antúnez Monzón (1845 – 1915), Bernardo de la Torre Comingues (1870 – 1929), Agustín Millares Torres (1826 – 1896). Todos defendieron la construcción del puerto de La Luz, la independencia de Gran Canaria. "Nuestro porvenir está en el puerto de La Luz. Allí está nuestra capitalidad, nuestra división. La primera isla que cuente con un puerto de refugio se asegurará la primacía en el archipiélago" (Agustín Millares Torres).


Mientras los comerciantes de Triana se conformaban con la construcción de un muelle auxiliar en la Bahía de las Isletas muchas voces, en la Real Sociedad Económica de Las Palmas, en la Comandancia de Marina y en el Partido Liberal de Fernando León y Castillo apostaban por algo más grande, y más seguro por los continuos embates de la mar contra el muelle de San Telmo. El ingeniero Juan León y Castillo planeó la construcción de un puerto no sólo de refugio, sino de plena ocupación de servicios. Juan y Fernando o Fernando y Juan León y Castillo, dos visionarios nacidos en Telde (ciudad de grandes grancanarios en la política, en el arte, en la ciencia) volvieron a hacer de Gran Canaria la isla más rica del archipiélago, como antaño, como siempre. El puerto de La Luz convirtió a Gran Canaria en la despensa de Europa y en el sanatorio de tantos ciudadanos ateridos de frío en el viejo continente. El turismo inglés comenzó en Gran Canaria. La "eterna primavera" llenó de ingleses, nórdicos y alemanes las mansiones y los hoteles de Triana y The Garden City (Ciudad Jardín). El aumento de visitantes y residentes británicos se vio favorecido por una importante literatura médica resaltando los beneficiosos efectos del clima de Gran Canaria.


Hoteles, balnearios, sanatorios. "Ninguna ciudad española tiene tantos hoteles ni tan bellos" (Luis Morote Greus). Hotel Quiney's Bella Vista, Hotel los Frailes, Hotel Santa Brígida (posiblemente el más lujoso del archipiélago en la época), Hotel Santa Catalina, Hotel Metropole. Viajeros en tránsito hacia África o América a bordo de barcos de todas las banderas. Escritores, artistas, científicos de renombre mundial. Turistas de gran poder adquisitivo. ¡¡Puerto de La Luz!!

"Gracias a la excepcional visión política de Fernando León y Castillo (que dijo que la única forma de lograr el engrandecimiento de la isla y del archipiélago sería creando un gran puerto en la isla), Las Palmas, en 1908, ya había recobrado el pulso económico y comercial y su posición de vanguardia en el archipiélago. El puerto de La Luz desde principios del siglo XX entró en una dinámica de progreso irrefrenable por sus extraordinarias condiciones naturales, por el establecimiento de las grandes sociedades comerciales extranjeras, por el florecimiento de la agricultura y por el aumento de las exportaciones. En 1910 entraron 4.000 barcos en el puerto (ni la mitad en el de la "villa capitalina" sin rango de ciudad hasta 1856), y ya se planteaba la necesidad de su ampliación. Sin embargo, la profunda e injusta ofensa inferida a Las Palmas al privársele de la capitalidad motivó que la división de la provincia fuese un objetivo irrenunciable para nuestros grandes patricios" (Juan Rodríguez Drincourt).

A poco de comenzar la construcción del puerto de La Luz, el 13 de septiembre de 1888, ocurrió un trágico abordaje entre "La France" y el barco de bandera italiana "Sudamerica". Rayaba el alba cuando el barco italiano, procedente de Buenos Aires y Montevideo, de 1.258 TRB y con 329 pasajeros y tripulantes a bordo, enfiló la Bahía de las Isletas. A esa misma hora, el barco "La France", de 4.600 TRB, procedente de Marsella, iniciaba la maniobra para fondear, con mil y tantas personas a bordo. Según el periódico "El Liberal" de fecha 14 de septiembre, la mar estaba llana y tranquila y el sol se levantaba espléndido y si nubes en el horizonte. El capitán del barco francés incumplió el Reglamento de Abordaje y Señales y embistió por la amura de babor al "Sudamerica" provocando su hundimiento en pocos minutos. Medio centenar de víctimas mortales, casi todos niños pequeños. Desde la isla del oeste, temerosa porque la construcción del puerto de La Luz iba a terminar con su monopolio y sangría de Gran Canaria, embistió contra la "inseguridad" del futuro puerto de Las Palmas de Gran Canaria. Pero la realidad se impuso, y en 1913, el puerto de La Luz recibió 5.000 barcos y la isla del oeste 2.000. El puerto de La Luz se convirtió en el primero de España y segundo del mundo (detrás de Nueva York) por TRB. "Gasolinera del Atlántico" se llamaba el puerto de La Luz después de la II Guerra Mundial, cuando las antiguas carboneras dieron paso a los depósitos de petróleo refinado. En Las Palmas de Gran Canaria se instalaron las conocidas empresas Shell, Texaco, Movil, Esso y Cepsa. Ningún puerto rivalizaba con el puerto de La Luz desde Europa hasta Ciudad del Cabo.


Paralelamente a la consecución del puerto de La Luz, Las Palmas de Gran Canaria conquistó su primer Instituto de Segunda Enseñanza. Nunca más los grancarios iban a ser examinados de reválida por los funcionarios de la submetrópoli. Pero tampoco resultó un camino de rosas.


Tras un tira y afloja universitario entre agustinos y dominicos de Gran Canaria y la isla del oeste (bulas papales ora a los agustinos, ora los dominicos), Canarias no tuvo universidad (Universidad Literaria) hasta 1792 con Carlos IV, con sede en la isla del oeste, aunque en realidad empezó a funcionar en 1817. Recorrido breve porque Fernando VII la suprimió en 1823. Con la desamortización (expropiación) de las propiedades de la Santa Madre Iglesia en 1836 (contestada por la Curia Romana con la excomunión, entre otros, de Juan Álvarez Mendizábal y Pascual Madoz) el convento agustino pasó a formar parte de la segunda universidad lagunera. Pero tampoco duró mucho esta universidad. Tras la muerte de Fernando VII, Isabel II nombró presidente del Consejo de Ministros a Ramón María Narvaez Campos. Mariscal de campo y liberal puso en manos del ministro de la Gobernacion, Pedro José Pidal Camiado, la secularización de la enseñanza pública. "La enseñanza de la juventud no es una mercancía que pueda dejarse entregada a la codicia de los especuladores, ni debe equipararse a las demás industrias en que domine sólo el interés privado" (Pedro Pidal). El 17 de septiembre de 1845 se hizo público el Real Decreto del Plan General de Estudios. Estudios de segunda enseñanza, estudios de facultad, estudios superiores y estudios especiales. La segunda enseñanza dividida en elemental y de ampliación. La primera de cinco años de duración y la segunda preparatoria de ciertas carreras de ciencias y letras. "Cada provincia tendrá un Instituto colocado en la capital; aunque mediando razones especiales, podrá establecerse en otro pueblo de la misma provincia" (artículo 57 del Real Decreto). "Las Universidades de España quedarán reducidas a diez en los puntos siguientes: Barcelona, Granada, Madrid, Oviedo, Salamanca, Santiago, Sevilla, Valencia, Valladolid y Zaragoza. Las de Canarias, Huesca y Toledo se convertirán en institutos de segunda enseñanza" (artículo 67 del RD).


Por lo tanto la supresión de la efímera universidad lagunera y la creación del Instituto de Segunda Enseñanza de Canarias coincidieron en el tiempo y en el espacio. Monopolio de la isla del oeste en materia de segunda enseñanza y dependencia del archipiélago de la metrópoli española. Nombramiento a dedo por el jefe superior político de la "provincia única" de Canarias de la Junta de Inspección del Instituto. ¿Pleito insular sólo entre la isla del oeste y Gran Canaria? Tremendo barullo organizaron los "pretendientes" santacruceros del Instituto de Segunda Enseñanza de Canarias para tener la sede en la "villa capitalina" (sin rango de ciudad hasta 1859). No estaban de acuerdo en mantener la sede ni siquiera en San Cristóbal de La Laguna, antigua capital universitaria, sino en el barrio marinero de La Laguna como se conoce a Santa Cruz de Tenerife. Setenta años de imposición subcentralista.


El 10 de mayo de 1912, ante la posibilidad de perder la bicoca, el denominado "Apóstol de la enseñanza en Canarias", Adolfo Cabrera-Pinto y Perez (denominado "apóstol" en la isla del oeste, claro), se dirigió a Manuel Delgado Barreto, diputado por Tenerife y afincado en Madrid como periodista, para felicitarlo por su "brillante y patriótica campaña por la unidad provincial"... No sirvió de nada la carta del "apóstol" porque el 4 de febrero de 1916 se creó el Instituto General y Técnico de Las Palmas bajo el auspicio del Cabildo de Gran Canaria presidido por José Mesa y López. Más tarde pasó a llamarse Instituto de Enseñanza Secundaria "Pérez Galdós" (perdió ese nombre desde 1939 hasta 1959 coincidiendo con la etapa más intransigente del obispo Monseñor Pildain Zapiain). Pero STC, ese barrio marinero de San Cristóbal de La Laguna, persistió en su empeño monopolizador. Aun cuando todas las islas se les habían ido de las manos en materia de segunda enseñanza, agarró por el pescuezo a La Laguna. No la soltó hasta conseguir arrebatarle el viejo Instituto de Segunda Enseñanza de Canarias. Los laguneros no protestaron mucho porque habían conseguido la universidad, otro monopolio echado abajo por Gran Canaria a finales de la década de 1980.


Por tierra, mar y aire Gran Canaria ha retomando su puesto como faro del archipiélago, por su historia, su economía, su puerto. También por aire si bien la isla del oeste termina en un pico volcánico a casi 4.000 metros de altitud. Pero ese pico no puede rivalizar con el cielo de Las Palmas de Gran Canaria, testigo de muchas epopeyas de la aviación.


El primer hito de la aviación en Canarias no tuvo relación directa con el puerto de La Luz, pero sí con Gran Canaria. Una gesta protagonizada por el piloto francés Leonce Garnier. Sucedió el 30 de abril de 1913. El aeroplano Bleriot XI (con el cual su constructor, Louis Bleriot, había cruzado el canal de La Mancha en 1909), de apenas 8 metros de longitud y equipado con un motor de 25 HP, capaz de alcanzar la velocidad de 100 kilómetros por hora, empezó a rugir en el improvisado aeródromo de Guanarteme, en una finca de Luis Antúnez Monzón, uno de los promotores del puerto de La Luz. Más de seis mil personas se arremolinaban en los alrededores para presenciar la prueba. En la tribuna se hallaba el alcalde Felipe Massieu Falcón y demás autoridades civiles y militares. Varios puestos de socorro estaban distribuidos por las inmediaciones por si las moscas. Domingo Julio Navarro Nieto, propietario de "La Provincia", no perdía ripio. A la mañana siguiente su periódico llamó a Leonce Garnier "el emperador de los aterrizajes". El piloto francés hizo una seña y la banda de música dejó de tocar. El aeroplano cogió velocidad y apuntó el morro a las nubes. El gentío prorrumpió en vítores y aplausos. Leonce Garnier sobrevoló el puerto de La Luz, el hotel Santa Catalina y regresó a la pista de aterrizaje. Menos de cinco minutos bastaron para despertar la admiración de todos los concentrados. Abrazos, felicitaciones. Aquella noche el Gabinete Literario le ofreció un homenaje. Cena y baile con la flor y nata de la burguesía isleña. Casi una decena de vuelos hizo Garnier en Gran Canaria antes de partir hacia la isla del oeste. Pero esa isla no le dio suerte y se marchó a bordo del "Delfín" con la hélice del aeroplano rota. El piloto francés, a pesar de llamarse Leonce, como Leoncio Rodríguez González (enemigo público número uno de Gran Canaria), prometió no volver nunca a esa isla (a pesar de ser canaria gracias a Gran Canaria).


Travesía del "Plus Ultra" desde Palos de la Frontera hasta Buenos Aires. También esta gesta tuvo a Las Palmas de Gran Canaria como protagonista, su puerto. Ramón Franco Bahamonde (capitán de Infantería), Juan Manuel Durán González (teniente de navío), Julio Ruiz de Alda Miqueleiz (capitán de Artillería) y Pablo Rada Ustarroz (soldado mecánico), antes de zarpar del puerto colombino de Palos de la Frontera, escucharon misa en la iglesia de San Jorge Mártir como hizo el Almirante Cristóbal Colón antes de zarpara con las tres carabelas. En esta ocasión tambien la Virgen de los Milagros puso su granito de arena. El hidroavión "Plus Ultra", matrícula W-12/M-MWAL y dotado con dos motores Napier Lion de 450 HP, amarrado a un noray del muelle de la Calzadilla, en el río Tinto, partió a las siete y media de la mañana del 26 de enero de 1926. Radio Madrid transmitió en directo la noticia. Tras siete horas de viaje la tripulación continuaba sin divisar el volcán Teide, considerado hasta la implantación de la radionavegación como referencia obligada para marinos y aviadores. Pero como el hidroavión "Plus Ultra" iba equipado con radiogoniómetro amerizó sin contratiempos en la dársena del puerto de La Luz. Gente en los muelles, playas, riscos, azoteas. Bandas de música, repique de campanas, sirenas de los barcos fondeados en la dársena cuando el hidroavión detuvo los motores frente al Real Club Náutico de Gran Canaria. Banderas multicolores y almuerzo de gala. Más tarde la comitiva partió a bordo de varios automóviles en dirección a la ermita de San Antonio Abad. Gente en las aceras, esquinas, farolas, balcones, ventanas. En la calle de Triana la burguesía adornó los balcones con banderas españolas. Los expedicionarios por fin llegaron a la ermita donde oró Cristóbal Colón, un dato incierto porque el Almirante se puso de hinojos en el anterior templo, hundido por los aguaceros caídos en Las Palmas de Gran Canaria entre finales del siglo XVII y mediados del siguiente. Puerto de la Frontera, Las Palmas de Gran Canaria, Cabo Verde, Pernambuco, Recife, Montevideo, Buenos Aires... ¡¡De nuevo Gran Canaria inscrita en una proeza mundial!! Como recuerdo de aquella histórica travesía cuatro calles de Las Palmas de Gran Canaria tienen el nombre de cada uno de los protagonistas. La calle dedicada a Juan Manuel Durán González, durante mucho tiempo se llamó equivocadamente José María Durán, y la calle dedicada a Pablo Rada Ustarroz también ha tenido sus más y sus menos porque con la llegada del hermano de Ramón Franco Bahamonde a la jefatura del Estado suprimió ese nombre por las inclinaciones republicanas del soldado. Francisco Franco, tan patriota, mutiló la hazaña de los cuatro aviadores españoles. Pero muerto el perro se acabó la rabia y hoy ninguna de las cuatro calles están censuradas.


Hitos, gestas, proezas. El puerto de La Luz y su zona de influencia es bastante más. Navegación marítima y navegación aérea. También la aviación comercial empezó en Gran Canaria. Ciertamente Humboldt anduvo zancaleando por las cañadas del Teide buscando matorrales, pedruscos y lagartos para sus investigaciones. Varios sacos repletos se llevó de la isla. Pero los alemanes a la hora de hacer las cosas bien, como Dios manda, no se andan con boberías. En 1930 los caciques de la isla del oeste continuaban con sus pretensiones de instalar en Los Rodeos el primer aeropuerto canario. Todos los informes técnicos señalaban la preferencia por la Bahía de Gando (con más visibilidad y mejores condiciones atmosférica), pero la respuesta de los machangos de la isla del oeste no se hizo esperar: "Los Rodeos está a quince minutos de la ciudad, sin las incomodidades de la carretera desde Gando hasta Las Palmas de Gran Canaria, y además, con su espléndida vista panorámica y con el volcán Teide por su altitud como referencia geográfica". Pero dos y dos son cuatro y Gando empezó a operar en 1930. El aterrizaje de un avion de la compañía alemana Lufthansa, el 6 de mayo, dio paso a la aviación comercial en Canarias (quince años más tarde por fin Los Rodeos recibió un DC-3 de Iberia procedente de Madrid).


Aquel 1930 resultó histórico también por la presencia en Gran Canaria del mayor hidroavión del mundo, un Dornier DO-X con matricula D-1929. El 5 de noviembre de 1930, aquel gigante del cielo despegó del lago de Constanza rumbo a Las Palmas de Gran Canaria haciendo escala en Zuvirdezee, Cashot, Burdeos, Santander, La Coruña, Lisboa. Cinco países hasta asomar el morro sobre la Isleta. Gente en los muelles, playas, torreones, riscos, azoteas. El avión estaba decorado con alfombras persas, porcelana fina, sofás de cuero. El Dornier DO-X amerizó en el puerto de La Luz a las órdenes de Fritz Christiansen, marino mercante y aviador militar. Durante la II Guerra Mundial escaló de grado hasta el generalato de la Aviación y mandó las Fuerzas Armadas en Holanda. Concluida la guerra los británicos lo capturaron para entregarlo a Holanda por haber ordenado el bombardeo de Putten el 2 de octubre de 1944 en represalia por el asesinato de uno de sus oficiales. Cumplió tres años de prisión y murió en 1972. Desde Las Palmas de Gran Canaria, el hidroavión partió hacia Bolome, Río de Janeiro, Nueva York, Terranova, Azores, Vigo, Reino Unido, donde rindió viaje después de un año y medio de escalas, conferencias, exhibiciones, prueba, galas, celebraciones... ¡¡Gran Canaria nuevamente en la ruta de la historia!!


Pero se ha de ser justo con la isla del oeste. También es "grande", no como Gran Canaria por historia ni economía ni tráfico portuario, pero sí por desgracias, accidentes de aviación, número de pasajeros muertos. Treinta años estuvieron los pilotos quejándose de las condiciones atmosféricas de Los Rodeos; treinta años envueltos en nieblas y sin capacidad de aterrizaje de los aviones "Jumbo"; treinta años de accidentes. Pero ninguno tan grande como el ocurrido en 1977.


27 de Marzo de 1977. El "Jumbo" norteamericano partió del aeropuerto de Los Ángeles con destino a Gran Canaria tras hacer escala en Nueva York con unos 400 turistas a bordo. A menos de una hora de aterrizar en el aeropuerto de Gando estallaron varias bombas colocadas por miembros del MPAIAC. El director del aeropuerto ordenó su cierre de inmediato. El comandante del Boeing 747 de Pan America recibió la orden de aterrizar en el aeropuerto de la isla del oeste aun tratándose de un aeropuerto sin categoría para semejante tipo de aviones. La misma orden recibió el comandante del "Jumbo" de KLM con 250 turistas con destino a Gran Canaria. Ambos gigantes tomaron tierra sin aparente contratiempo. Cuatro horas más tarde, cuando la situación tornó a la normalidad en el aeropuerto de Gando, dieciocho aviones esperaban para despegar en Los Rodeos. La torre de control le dio preferencia a los aviones "Jumbos" con destino a Gran Canaria. Lentamente echaron a andar por la pista de rodadura. El Boeing 747 holandés iba delante del norteamericano. El comandante holandés Jakob Veldhuyzen van Zanten, un veterano de la compañía KLM, iba comentando con el copiloto la preocupante y persistente niebla. Visibilidad nula en un aeropuerto sin radar, una locura. El destino de ambos "Jumbos" en manos de Dios. ¿Orden equivocada de la torre de control? ¿Interferencias en las comunicaciones de radio? ¿Negligencia de Jakob Veldhuyzen van Zanten? El comandante del Boeing 747 holandés dio potencia a los motores. El avión empezó a correr por la pista. 200 kilómetros por hora, 250 kilómetros, 300... El avión estaba a punto de tomar altura cuando apareció delante de la cabina el "Jumbo" de la compañía Pan Americana rodando hasta el punto de despegue a 10 kilómetros por hora. El comandante Victor Grubbs, exclamó: "¡¡Oh, Dios Mío!!". Intentó sacar el avión de la pista. Pero la catástrofe resultaba inevitable. Ambos gigantes quedaron envueltos por una enorme bola de fuego. Minutos después un espectáculo dantesco en Los Rodeos. Escombros, cuerpos irreconocibles, sobrevivientes con quemaduras de horror, niños mutilados, equipajes desparramados en cientos de metros, coches de bomberos a toda velocidad, ambulancias, vehículos del Ejército y la Guardia Civil... Casi 600 muertos en aquel aeropuerto convertido en secundario a raíz de la construcción del aeropuerto "Reina Sofía" (los caciques de la isla del oeste siempre tan nacionalistas y antimonárquicos) donde debió levantarse inicialmente el aeropuerto de la isla venida a menos desde 1927. La isla del oeste no ha vuelto a ser noticia por accidentes graves de aviación. Sólo noticias bonitas, como la publicada el 15 de agosto de 1990. Regocijo en el periódico fundado por Leoncio Rodríguez González (gran enemigo de Gran Canaria). ¡¡Había aterrizado un avión supersónico Concorde!!... Qué lástima, el primer Concorde llegó a Gando mucho antes, casi veinte años, en 1971.


Por tierra, mar y aire, los caciques de la isla no dan el brazo a torcer. En la Gran Regata Colón 1992 también estuvo presente el "pleito insular" canario. Más de cien barcos encabezados por los 25 veleros más grandes del mundo, Americo Vespucio, Libertad, Sanger II, Juan Sebastián Elcano, Gloria, Kaiwo Maru, Capitán Miranda, Mir, Tovarish, Frederic Chopin, Kalakria, Falyen, Concordia, Anna Christina, Alexander Humboldt, Sagres II, Christian Radich, Lord Nelson, Danmark, Eagle, Esmeralda, Stad Amsterdam, Kruzenshtern, Chapman, Dar Mlodziezy, Guayas, Cuauhtemoc, Simón Bolívar, partieron de Cádiz, Génova y Lisboa rumbo a Canarias en su ruta hacia Puerto Rico para celebrar la efemérides del V Centenario del Descubrimiento de América. Como todo el mundo sabe en el "descubrimiento" no figuró la isla del oeste, sólo Gran Canaria y La Gomera. Sin embargo la otrora villa capitalina (sin rango de ciudad hasta mediados del siglo XIX) presionó a los organizadores del V Centenario para incluir a su puerto en la ruta colombina del centenario.


* * *

"El "Gran" de Gran Canaria no le corresponde a esa isla, la tercera del archipiélago canario porque ese no es su nombre. Su denominación es simplemente Canaria, o Las Palmas; la cartografía desde la antigüedad es contundente. Esa isla es, repetimos, la tercera en superficie, sin atractivos naturales, y la segunda en población. Ese falso "Gran" puede confundir y engañar a los turistas y visitantes potenciales, y perjudica gravemente a Tenerife y las otras islas".

Este mensaje (dedicado "a España y el mundo") ha estado publicando el periódico de ATI (hoy Coalición Canaria) durante años con el silencio cómplice de intelectuales y políticos de la isla del oeste. Ángela Mena Muñoz, concejala de la villa capitalina (sin rango de ciudad hasta mediados del siglo XIX) y esposa del alcalde del Sauzal metido a presidente de la región canaria ha salido en defensa del periódico fundado por Leoncio Rodríguez González:

"Hace tiempo que venía pergeñando unas líneas sobre la trayectoria del periódico en sus cien años de existencia. Un periódico que en estos días de 2011 comienza a dar sus primeros pasos por la segunda centuria de su ya dilatada existencia. Heredero de "La Prensa", fundada por el maestro de periodistas Leoncio Rodríguez González el 15 de octubre de 1910, celebró en 2010 su primer centenario. Y ahora agrega a su abultado expediente editorial las primeras alboradas periodísticas de la que será su segunda centuria al servicio de nuestra tierra. Su magnífica singladura y su gran vocación de servicio al archipiélago comienzan cuando se denominaba "La Prensa", como decía. Pero el periódico, aunque cambiara de sede varias veces, y una vez de nombre, ha seguido siempre, de manera fiel, todos y cada uno de los principios enunciados por su primer editor y director. Es cierto que, aunque su cabecera cambió de nombre en el difícil año de 1939, nunca ha dejado de ser adalid y fortaleza desde la que se honra y defiende a esta tierra con ahínco. A decir verdad, el periódico, con valentía, arrojo y sin complejos, abandera ideas que siempre hemos acariciado los canarios. Que constantemente han formado parte del ansia del ser isleño. El periódico es un compendio de acertada apuesta social, de intenso diálogo con la realidad isleña, de la que se nutre a diario y sobre la que proyecta sus análisis e inyecta sus premoniciones. El periódico, desde la posición democrática del respeto por todas las ideas, arropa una sobre todas las demás y la pregona, también democráticamente, sin hacerla prevalecer sobre las de otros, pero, eso sí, blandiendo sus propias, irrenunciables y legítimas creencias frente a quienes han querido debilitar y desprestigiar la canariedad, la razón de ser canaria. Y los isleños, que somos sus lectores, conocemos de este esfuerzo y le compensamos con nuestro aliento. El periodico es un diario cargado de un enorme afán liberal y universalista que quiere hacer anidar el sentimiento nacional canario en el pequeño escenario del archipiélago y de Tenerife".

¿Votar o botar a Coalición Canaria de Gran Canaria? La esposa del alcalde del Sauzal metido a presidente incluso en la isla donde nació Fernando León y Castillo, el político canario más galardonado en la historia, fuera y dentro de España, no ha podido ser más clara. ¿Votar o botar? That's the Question.


* * *


Canarias ha dado a la humanidad cuatro ilustres científicos, tres nacidos en la provincia de Las Palmas (Gregorio Chil y Naranjo, Blas Cabrera Felipe y Juan Negrín López) y uno en la isla del oeste. El oriundo de esa isla tiene un monumento en su ciudad de nacimiento, pero nunca volvió a pisar la ciudad ni la isla. ¿Quizá por miedo a viajar en barco? Semejante bobería ha llegado a decir un maúro de la isla del oeste . El "ingeniero del Zar" con los calzones manchados de marrón por echar un rato desde Cádiz hasta Las Palmas de Gran Canaria en barco y luego hacer trasbordo a la isla del oeste... ¡¡Qué cosas tienen algunos chicharreros!!


Juan Negrín López, diputado, ministro, jefe del gobierno. Un científico malogrado por la guerra española. Franco le arrebató la cátedra en la Universidad Central de Madrid y el PSOE la honra durante sesenta y dos años. Ana María García Pérez, catedrática de Geografía e Historia del Instituto de Canarias "Cabrera Pinto", también ha querido ser parte de la rapiña.


El 13 de febrero de 1892 nació Juan Negrín López. La familia abandonó la casa en la calle de Triana y se instaló en un caserón de la calle de Buenos Aires, número 3. La planta de arriba la dedicaron como vivienda y la planta baja como almacén de ultramarinos (funcionó como almacén mayorista hasta finales de la década de 1960 con Juan Luis Quevedo Peano como titular del negocio). Entre 1901 y 1906 Juan Negrín López estudió en el colegio privado Nuestra Señora de la Soledad. El examen de reválida lo hizo en la isla del oeste porque en ese tiempo incluso la enseñanza media en Gran Canaria dependía de la villa capitalina (sin rango de ciudad hasta mediados del siglo XIX).


Con apenas 16 años de edad, Juan Negrín López puso rumbo a la patria de Carl Friedrich Wilhelm Ludwig, fundador de la escuela alemana de "fisicoquímica de fisiología". Primero estudió en la Facultad de Medicina de Kiel y luego en la de Leipzig bajo el magisterio de Karl Ewald Konstantin Hering y Ernst Theodor von Brücke. A la edad de veinte años ya estaba doctorado en medicina. Durante los cuatro años siguientes trabajó como investigador en el sistema nervioso simpático o involuntario y en la secreción de adrenalina y sus efectos en el organismo y como docente en el Instituto de Fisiología de Ludwin. Entretanto contrajo matrimonio con Maria Mijailova Fidelman Brodsky, pianista rusa. Una mujer bonita, inteligente, culta, pero algo respondona (no toleró las infidelidades del Doctor Negrín con su secretaria particular). Todos los hijos de Juan Negrín López adoptaron el nombre de Mijailvo como segundo apellido. Una decena de años bien aprovechada por Juan Negrín López en Alemania. Estudios de Medicina, Química, Ciencias Económicas, y aprendizaje de los idiomas alemán, inglés, francés, ruso, italiano. La II Guerra Mundial provocó un éxodo de figuras del Instituto de Fisiología de Leipzig y Juan Negrín López regresó a Las Palmas de Gran Canaria tras pasar por Madrid y Cádiz. Un año más tarde Santiago Ramón y Cajal le ofreció la direccion del Laboratorio de Fisiología General. Veraneos del matrimonio entre Las Palmas de Gran Canaria y Zarautz, y algunos saraos del Doctor Negrín con su joven secretaria. Con Feliciana López de Dom Pablo iba a morir en el exilio después de la guerra.


La Institución Libre de Enseñanza, inspirada en las ideas del filósofo Karl Christian Friedrich Krause (discípulo de Hegel), nació en 1876 gracias a la visión de Francisco Giner de los Ríos, Gumersindo de Azcárate Menéndez-Morán, Nicolás Salmerón Alonso, y Federico Rubio y Galí, Teodoro Sainz Rueda, Augusto González de Linares y Joaquín Costa Martínez, entre otras ilustres personalidades (separadas algunas de ellas de la Universidad por defender la libertad de cátedra y negarse a ajustar sus enseñanzas a los dogmas oficiales en materia religiosa, política o ética), como modelo pedagógico para sacar a España del atraso sobre todo científico.


La Junta de Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (creada por un Real Decreto firmado por Alfonso XIII en 1907) se convirtió en el órgano ejecutor de la política de la Institución Libre de Enseñanza. La presidencia de la JAE recayó en el Premio Nobel de Medicina Santiago Ramón y Cajal teniendo como vocales, entre otros, a José Echegaray y Eizaguirre, Marcelino Menéndez Pelayo, Joaquín Sorolla y Bastida, Vicente Santamaría de Paredes, Ramón Menéndez Pidal, José Casares Gil, Ignacio Bolívar y Urrutia, José Rodríguez Carracido y Leonardo Torres Quevedo.


"La única verdadera aristocracia es la del talento", dijo Santiago Ramón y Cajal cuando tomó posesión del cargo. La JAE creó varios centros de investigación: Laboratorio de Investigaciones Físicas, Laboratorio de Fisiología General, Laboratorio de Histología y Patología, Museo de Ciencias Naturales y Laboratorio de Matemáticas. La dirección del Laboratorio de Investigaciones Físicas recayó en el catedrático de Electricidad y Magnetismo Blas Cabrera Felipe, nacido en la provincia de Las Palmas, y la del Instituto de Fisiología General en las del doctor Juan Negrín López. Ambos laboratorios estaban situados en los sótanos de la Residencia de Estudiantes.


Alumnos y conferenciantes de la Residencia de Estudiantes de la "Colina de los Chopos" fueron Albert Einstein (Premio Nobel de Física, "padre de la bomba atómica" y autor de la teoría de la relatividad), Marie Curie (dos veces Premio Nobel, de Física y de Química), Bernardo Alberto Houssay (Premio Nobel de Medicina), Charles Édouard Jeanneret-Gris "Le Corbusier", Walter Adolph Georg Gropius, Igor Fiódorovich Stravinski, Alexander Calder, Henri Bergson, Gilbert Keith Chesterton, Ambroise-Paul-Toussaint-Jules Valéry, John Maynard Keynes , Max Jacob, Maurice Ravel, Luis Buñuel Portolés, Federico García Lorca, Salvador Dalí Domènech, Miguel de Unamuno y Jugo, José Ortega y Gasset, Manuel de Falla y Matheu, Pedro Salinas Serrano, Eugenio d'Ors Rovira, Rafael Alberti Merello, Vicente Aleixandre y Merlo, Juan Ramón Jiménez Mantecón (Juan Ramón Jiménez y Vicente Aleixandre ambos Premios Nobel de Literatura), Francisco García-Valdecasas Santamaría, Francisco Grande Covián, Blas Cabrera Sánchez (hijo del científico Blas Cabrera Felipe), José Manuel Rodríguez Delgado (presunto colaborador de la CIA en el control de la mente humana), José Puche Álvarez, Rafael Méndez Martínez (de reputado prestigio en EEUU y México), Severo Ochoa de Albornoz (Premio Nobel de Medicina).


Juan Negrín López comenzó su trabajo en el Laboratorio de Fisiología General con la colaboración de los médicos José Domingo Hernández Guerra (también grancanario), José María del Corral García y José Sopeña Boncompte. Mucha ilusión y pocos medios. Sin embargo la ciencia española se iba "europeizando" en palabras de Santiago Ramón y Cajal: "La nueva generación conoce varios idiomas, ha viajado al extranjero, ha escuchado a los grandes maestros y ha frecuentado seminarios y laboratorios. Tiene un magnífico espíritu de renovación e iniciativa".


Efectivamente los nuevos científicos españoles hablaban idiomas. Juan Negrín López, cinco; Severo Ochoa, tres; Grande Covián, siete. Tres generaciones de investigadores médicos se daban la mano en la España pre regeneracionista: Ramón y Cajal, Juan Negrín López y Severo Ochoa. Dos Premios Nobel y un eslabón, alumno del primero y maestro del segundo.


Juan Negrín ganó en 1922 la cátedra de Fisiología en la Universidad Central de Madrid y poco después es nombrado secretario de la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Madrid. Pero los acontecimientos políticos no daban tregua ni a los científicos. Guerra en Marruecos y Dictadura del general Primo de Rivera (con la complicidad de Alfonso XIII). Juan Negrín López tomó partido por la propuesta de Manuel Azaña Díaz en 1926 y firmó el Manifiesto de Acción Republicana. La reacción del jefe del gobierno y presidente del Directorio Militar, Miguel Primo de Rivera y Orbaneja, no se hizo esperar y le disparó a la JAE en la línea de flotación: supresión de becas; destitución de vocales "desafectos" y creación de un organismo paralelo para rivalizar con la propia JAE. Posiblemente este hecho rebozó el vaso de la paciencia de Juan Negrín López, amén de su amistad con determinados intelectuales represaliados por la Dictadura, como Miguel de Unamuno Jugo, Luis Araquistáin Quevedo y Julio Alvarez del Vayo (este último fundador más tarde de la organización terrorista FRAP) y determinó su ingreso en el PSOE. Sorpresa mayúscula por tratarse de un científico de renombre. Pero su compromiso político no lo alejó de la docencia ni de la investigación.


A finales de la década de 1920 el desprestigio de la monarquía y la oposición militar a Miguel Primo de Rivera estaba a la vista de todos. Alfonso XIII nombró a Dámaso Berenguer y Fusté para encarrilar el "destino universal" de España, pero España iba hacia los arrecifes a toda máquina. Fracasada la Sublevación de Jaca (fusilaron a los capitanes Fermin Galan Rodriguez y Angel Garcia Hernandez), inspirada en el "Pacto de San Sebastián" firmado por todos los partidos con la presencia estelar de Niceto Alcalá-Zamora y Torres y Miguel Maura Gamazo (monárquico y conservador, hijo del tantas veces presidente del Consejo de Ministro Antonio Maura Montaner) para promover un golpe de Estado y declarar la II República, y fracasado el gobierno del general Berenguer, Alfonso XIII nombró presidente del Consejo de Ministros a Juan Bautista Aznar-Cabañas, un laureado almirante. Convocó de inmediato elecciones municipales, provinciales y generales. La derecha ganó por amplio margen en los municipios rurales (controlados por partidos de liberales y conservadores) y la izquierda triunfó en las grandes ciudades. Proclamación de la II República sin esperar a los siguientes comicios provinciales y generales. El Rey se dio por enterado y cogió la maleta después de emitir un comunicado. En las elecciones de 1931, Juan Negrín López obtuvo el acta de diputado por Las Palmas. Pero España iba camino de la guerra y el general José Sanjurjo Sacanell, marques del Rif (guerra de Marruecos 1911-1927) intentó un golpe de Estado. El gobierno de la II República le perdonó la vida (para no ser "vengativos" como fueron otros con los sublevados en Jaca). Largo Caballero "bolchevizó" al PSOE y nuevas elecciones en 1933. Ganó la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónoma). Francisco Largo Caballero no está de acuerdo y desata la revolución de Asturias en 1934. Asalto a los cuartes de la Guardia Civil, iglesias, ayuntamientos; incendio de bibliotecas, teatros, periódicos; batallas campales; asesinatos "incontrolados" de monjas y sacerdotes... El jefe del gobierno Alejandro Lerroux García, mandó a Francisco Franco Bahamonde a "pacificar" la región. Incontable número de muertos. Entre los militares bajo mando del futuro Generalísimo estaba el capitán de Infantería Juan Rodríguez Lozano, abuelo de José Luis Rodríguez Zapatero. Entretanto, Juan Negrín López, en 1935, participó en el Congreso Internacional de Fisiología de Leningrado, organizado por Iván Petróvich Pávlov, Premio Nobel de Medicina, con la destacada participación de grandes fisiólogos como Joseph Barcroft o Walter Bradford Cannon, este último director del Harvard Medical School, donde estudiaron los más importantes fisiólogos de la época. "Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo". Un deseo hueco porque a principios de 1936 Indalecio Prieto alertó del peligro de un golpe militar porque "un país no puede soportar la sangría constante del desorden público sin finalidad revolucionaria inmediata". Falange Española es declarada fuera de la ley y José Antonio Primo de Rivera terminó entre rejas. Asesinato de un guardia de asalto. Indalecio Prieto Tuero no se equivocaba. Francisco Franco Bahamonde desde Canarias declaró el estado de guerra y Madrid se arrojó a la calle. "La cárcel Modelo es un nido de fascistas y el Pueblo tiene el derecho a entrar en todas partes y en la Cárcel Modelo con mayor razón" (consigna repetida por los milicianos en Madrid). Entraron, y entre los asesinados estaba Julio Ruiz de Alda Miqueleiz, antiguo mienbro de la expedición del hidroavión "Plus Ultra" y cofundador de la Falange Española. Estaba casado con Amelia Azarola Echevarría, hija del alcalde del municipio navarro Santesteban, gobernado en coalición entre republicanos y socialistas, y sobrina del contralmirante Antonio Azarola Gresillón (ministro de Marina en el gobierno de Manuel Portela Valladares y fusilado por los franquistas por mantenerse leal a la II República). Amelia Azarola Echevarría cursó la carrera de medicina en el Instituto de Fisiología General del Doctor Negrín. En el transcurso de la guerra ingresó en un "campamento de prisioneras" instalado en la Casa de Ejercicios Espirituales La Purísima, en Alaquàs (Valencia), junto a otras "Damas de España", parientes, de los generales Francisco Franco, Gonzalo Queipo de Llano y Miguel Primo de Rivera.


La guerra española convirtió la Residencia de Estudiantes en una trinchera de la II República, y después, con la victoria de Franco, en un comedor para oficiales del Ejército de Tierra. La Dictadura disolvió la JAE y creó el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, subsistente hasta ahora. El auditorio de la Residencia de Estudiantes se convirtió en la Iglesia del Espíritu Santo bajo el manto protector del Opus Dei.

"La biografía científica de Juan Negrín –desbordado por el compromiso político y las circunstancias excepcionales que atravesó España– y la trayectoria de Severo Ochoa– amplia formación en la investigación internacional proyectada desde los laboratorios de la JAE– trazan los rasgos principales de una generación de científicos españoles que encarnó el impulso de la Edad de Plata de la ciencia española gracias a la encomiable labor de promoción de la investigación desarrollada entre 1912 y 1939 en los laboratorios de la Junta y la Residencia. Esa comunidad científica se deshizo en 1939 por el efecto devastador de la guerra civil, la represión franquista y el exilio. Algunos, como Ochoa triunfaron en el extranjero más allá de lo que las modestas condiciones españolas lo hubiesen permitido. Otros contribuyeron a trasplantar su saber y su experiencia a otros países europeos o, aún más, latinoamericanos. Pero también muchos otros pagaron con la vida, la cárcel, el destierro o el exilio interior" (Josep Lluis Barona Vilar, catedrático de Historia de la Ciencia, Universitat de València).

Franco le arrebató la cátedra de Fisiología y el PSOE la honra. Sus correligionarios lo acusaron de ser un hombre de paja de Stalin, agente de Moscú, títere soviético. Injustas acusaciones tras ser expulsado del partido en 1946. En el Congreso Federal XXXVII, celebrado en el año 2008, acordaron rehabilitarlo. Juan Negrín López, un científico, enjuiciado, antes y ahora, por un atajo de toletes: El 24 de octubre del 2009, en la sede del PSOE en Madrid, en "un emotivo y solemne acto", la señorita Leire Pajín Iraola y el hermano de Juan Guerra González (aquel gestor de "comisiones" entre cortados y cafelitos) le devolvieron el carnet del PSOE a su nieta Carmen Negrín Fetter.


Pero volvamos a la ilustre doña Ana María García Pérez, catedrática de Geografía e Historia del Instituto de Canarias "Cabrera Pinto". ¡¡Canarias!! ¡¡Siempre Canarias!! Incluso cuando la isla del oeste ya no tiene el monopolio de la enseñanza media (ni tampoco universitaria desde 1989) ha de mencionar Canarias para engañar a España y al mundo con su pretendida importancia porque la isla del oeste, sin Canarias (nombre derivado de Canaria, Gran Canaria), no es nada. Por eso se llama Instituto de Canarias "Cabrera Pinto". ¿Por qué no Instituto Cabrera Pinto a secas como el Instituto Pérez Galdós, situado en Las Palmas de Gran Canaria? Ah, claro, todo el mundo conoce a Don Benito Pérez Galdós, pero a ese Cabrera Pinto... ¡¡Canarias!! Canarias de Canaria. Canaria, nombre en la antigüedad de Gran Canaria. ¿Será por esta razón que ahora el periódico de ATI no sólo quiere suprimir Gran a Gran Canaria sino incluso el nombre de Canaria? "Que se llame Tamarán (nombre guanche, aunque guanches no hubo en Gran Canaria, sino grancanarios) o Isla Tercera". Ni Andrés el Ratón estaba tan loco como los herederos de Leoncio Rodríguez González. Pero sigamos con la ilustre doña Ana María García Pérez. Basándose en la historia del monopolio de la isla del oeste en materia de enseñanza de grado medio, ha querido barrer "históricamente" para su feudo. No lo hubiera hecho de haber contado la isla del oeste con un diputado, ministro y jefe de gobierno en la misma persona. Desgraciadamente para Nivaria el único presidente de gobierno canario nació en Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria a partir de 1940 para evitar la confusión con La Palma o Palma de Mallorca)


La obligación hasta la división de la "provincia" única de Canarias de cualquier aspirante a bachiller de examinarse de reválida en el Instituto General y Técnico de Canarias (con sede en San Cristóbal de La Laguna y dependiente del distrito universitario de Sevilla), doña Ana María García Pérez la ha convertido en un "mérito" de la isla del oeste en el desarrollo médico y científico del Doctor Negrín López, además, diputado, ministro y jefe de gobierno de España. Bajo el título "Juan Negrín López, alumno del Instituto de Canarias de La Laguna, Tenerife", doña Ana María García Pérez, a cuenta del expediente académico del canario más importante del siglo XX como "alumno" del Instituto General y Técnico de Canarias, ha escrito:

"Con el bagaje adquirido precozmente en Canarias, gracias a su esfuerzo y tesón (pero también por la exigencia de los profesores de Las Palmas que le enseñaron y de los del Instituto General y Técnico de Canarias que lo examinaron), inició a los catorce años los estudios de Medicina en Alemania concluyendo a los veinte años. En este país inició su actividad científica y se casó a los veintidós años con una estudiante de música rusa, María Fidelman, con la que tuvo tres hijos".

El Doctor Negrín López no fue alumno del Instituto General y Técnico de Canarias. Juan Negrín López estudió en el colegio privado Nuestra Señora de la Soledad bajo la dirección del sacerdote Santiago Sánchez Yánez, cofundador más tarde, en 1932, del prestigioso colegio Viera y Clavijo (demolido recientemente por las obras de ampliación del Museo Canario). El colegio Nuestra Señora de la Soledad estaba en Las Palmas de Gran Canaria, y a la isla del oeste sólo fue a examinarse de la reválida. ¡¡Gran Canaria!! Pesadilla de la "intelectualidad" nivariense. Pesadilla por Gran y pesadilla por Canaria. Pesadilla siempre porque sin Gran ni Canaria la isla del oeste... ¿Cómo podrían llamarse los canarios de la isla del oeste para ser conocidos en el mundo? Hasta en inglés, Canaria o Gran Canaria, es una pesadilla para ellos... Canary Island... Where are you from? I'am from Gran Canaria. Oh, Canary Island. The Maspalomas Beach very beautiful... Canaria, Gran Canaria. La isla más importante por su historia, por su economía, por su puerto, constituido en el faro del archipiélago y uno de los puertos más importantes del mundo. Y ahora, doña Ana María García Pérez, a tomarse una tacita de tila bien caliente, y otra doña Ángela Mena Muñoz, tras su querella por calumnia contra el "experimentado medio de comunicación" de la isla del oeste

SUMARIO DE LA OBRA


____________________________________________________________


RAFAEL SÁNCHEZ ARMAS

AGENCIA BK DETECTIVES ASOCIADOS

AGENCIA BK DETECTIVES