CRÓNICAS DE RAFAEL SÁNCHEZ ARMAS

MICHAEL DOUGLAS YA PUEDE COMER ALMEJAS DE NUEVO

No quiero tirar las campanas al vuelo porque esto acaba de comenzar, pero ya he superado la primera semana de radioterapia y quimioterapia sin aparentes efectos negativos. Sólo me molesta un poco cuando me encasquetan a presion la máscara radioplástica. Diez minutos de "tortura china" y hasta el día siguiente. Tengo confianza en la alianza que hemos concertado la medicina; el formidable equipo médico del Hospital Negrín y mi fortaleza física y mental para acabar con este cáncer misógino que se ha presentado sin cita previa.

Como menores porciones con mayor frecuencia. Mucha agua y zumo para eliminar la quimioterapia y no tupir el desagüe con un desagradable estreñimiento. Salga a caminar ya cagado. No se le ocurra soltar lastre en ningún baño público ni ajeno. Hay mucho hediondo suelto. No toque el picaporte de ninguna puerta de baño con las manos; use una servilleta y después frótese con ese alcohol que llevará siempre consigo hasta en las reuniones de amigos y familiares. Despues de cada entrañable saludo, y un poquito de alcohol de 96 grados y a vivir que son dos días. Caminatas de tres o cuatro horas (tengo 76 tacos o primaveras y las resisto, pero también se pueden hacer por estapas, unas por la mañana y otras por la tarde). Coma muchos higos (no confundir con los higos del tálamo parrandero) ricos en fibra, ciruelas. El queso desterrado de la dieta pero no el jamón serrano con pan y tomate y un chorrito de aceite de oliva virgen. Habichuelas, pescado, arroz a la juliana, croquetas de manzana, nada de café (un castigo para la mayoría de canarios), fuera la copita de vino en el almuerzo. Hasta el momento no he perdido peso. Me acuesto más temprano. Erecciones nocturas como siempre pero ahora nadie duerme conmigo para aliviarlas. Tres pastillas diarias (sólo una cuatro dias a la semana). El único problema hasta el momento es la idea de no poderme bañar como Dios manda para no mojar el catéter de la quimioterapia incrustrado en el brazo derecho y cubierto con un apósito y una malla. Una enfermera me aconsejó cubrilo con una tira de papel de plástico de envolver alimentos. Un engorro siendo yo zurdo, y claro no voy a molestar a ninguna vecina que vaya usted a saber qué iba a pensar de mi honesta proposición. Mañana veré si me convencen los manguitos que venden en la farmacia. De lo contrario dos meses aseándome con toallitas de bebé. ¡Madre mía santísima!

Michael Douglas, el hijo del mítico Kird Douglas, ya se recuperó después de un largo tratamiento médico con perdida de más de 20 kilos de peso, y de nuevo está en primera línea de combate, yo no voy a hacer menos. Seguiré informando

HASTA MÁS ALLÁ DE LA MUERTE


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RAFAEL SÁNCHEZ ARMAS

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