CRÓNICAS DE RAFAEL SÁNCHEZ ARMAS
CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA VAMOS A CONTAR MENTIRAS
La "Carta Magna" española ha cumplido 39 años, pero sigue en pañales. Veamos algunos ejemplos:
PRIMERA MENTIRA.- Que la soberanía radica en el pueblo (artículo 1.2 de la Constitución). Tanto en 1992 como en 2011 la cacareada Constitución Española sufrió dos modificaciones sin refrendo popular. Sendas modificaciones amañadas por los grupos parlamentarios de espaldas a los ciudadanos. Especialmente ominosa fue la reforma del artículo 135 en el año 2011 ante las presiones del sector más intransigente de la Unión Europea conmandado por Merkel y Sarkozy. Las consecuencias dieron paso a la más brutal política de recortes sociales del Gobierno de Marianico Rajoy. ¿Quién no recuerda el suicidio de montones de víctimas del terrorismo hipotecario? Rescate financiero de los bancos en crisis a costa de los ancianos, discapacitados, madres solteras, jóvenes y desempleados sin cobertura de subsistencia. El maltrato del Estado parió el 15-M (aunque más tarde quedó en Podemos mearnos de risa con "estrellas" de la casta judicial como Victoria Rosell Aguilar).
SEGUNDA MENTIRA.- Que todos los españoles son iguales ante la ley (artículo 14 de la CE). Todos menos el Rey de España. ¿Quién lo ha votado? ¿Por qué es irresponsable judicialmente? ¿Cuándo será abolida la Monarquía para democratizar la Jefatura del Estado?
TERCERA MENTIRA.- Que se garantiza el derecho al honor de los españoles (artículo 18) y a la tutela efectiva de los jueces y tribunales en el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos (artículo 24). El ex capitán de Caballería Vicente Estévanez Molina, adscrito a la Unidad de Caballería de la Policía Armada de Sevilla entre 1962 y 1974, es uno de tantos ejemplos. Conozcamos su historia:
A principios de la década de 1970 el capitan de Caballería Vicente Estévanez Molina ingresó en el SECED (Servicio Central de Documentación), organismo de informacion dependiente del almirante Luis Carrero Blanco, a la sazón presidente del Gobierno. Su misión consistió en investigar un caso de corrupción en el Patronato de Casas Militares en Sevilla. Lo detectaron e inmediatamente planearon echarlo del Ejército de forma sibilina. Apuntaron a la esposa acusándola de frecuentar cafeterías y usar minifaldas. Por lo tanto el capitán de la Unidad de Caballería de la Policía Armada en Sevilla "dañaba la imagen" del Ejército y de la policía. El capitán de Artillería Arturo Vinuesa Parral intervino como testigo en el Tribunal de Honor (organismo de "justicia" militar de la época semejante al Santo Oficio de la Inquisición) convocado para enjuiciar los "desmanes" de la esposa del capitán Vicente Estévanez Molina. Juicio secreto y sin posibilidad de recurso alguno. Fallaron la expulsión del Ejército del capitán de Caballería.
La esposa de Vicente Estévanez Molina demandó por injurias y calumnias al capitán Arturo Vinuesa Parral en un juzgado de Instrucción de Sevilla. Citado a declarar, el demandado negó haber señalado a la demandante como "mujer de costumbres incompatibles" con la profesión militar de su marido. El caso durmió en los anaqueles hasta la promulgación de la Constitución Española, en 1978, que prohibió los "tribunales de honor" en las Fuerzas Armadas. El ex capitán Vicente Estévanez Molina solicitó examinar la instrucción y fallo del tribunal de honor en cuestión. El capitán de Artillería Arturo Vinuesa Parral figuraba como uno de los principales instigadores de la trama. Desde entonces, y hasta su visita a la Organización de Usuarios de la Justicia, en la década de 1990, no dejó de luchar en vano por la defensa de su honor y contra la injusta expulsión del Ejército. Incluso tuvo el "atrevimiento" de escribirle al Rey de España, máxime por su condición de compañero de promoción en la Academia Militar de Zaragoza. Ni el Ministerio de Defensa (en vía administrativa) ni la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo ni el Tribunal Constitucional reconocieron su derecho a la reincorporación a la carrera militar con el empleo de general de brigada. Estaba en juego el "prestigio" del Ejército y sentaba un tremendo precedente a la hora de revisar los "juicios" de los tribunales de honor durante la Dictadura. Murió el 21 de mayo del 2011 sin haber recuperado su honor ni
obtenido la tutela judicial efectiva.
ARTURO VINUESA ENCUBIERTO POR ANTONIO HERRERO
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